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La ciudad

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                                               Julyan Ayala en una acción del partido             Foto: Studio

    Aurelio Maroto

    No hay quinto malo. El CF La Solana obtuvo este domingo su quinta victoria consecutiva, volvió a dejar la portería a cero por quinto encuentro seguido y, además, marcó cinco goles, igual que hace ocho días también en casa. Esta vez, la víctima fue el CD Miguelturreño, que siempre estuvo a merced y nunca dio sensación de hacer cosquillas a la tropa de Julián Falcón. El medio millar largo de aficionados que acudieron a La Moheda se divirtieron con los goles, pero también con algunas buenas ráfagas de juego de su equipo, cada día más consistente en todas sus líneas y acercándose poco a poco a la ‘pomada’.

   El 5-0 final es un fiel reflejo de lo acontecido sobre la maltrecha hierba natural del coliseo amarillo. El 3-0 recetado en la primera mitad fue más que suficiente para entender que la reanudación sería un trámite, como así ocurrió. La Solana dominó al conjunto churriego desde el inicio, gracias a una buena presión y a un manejo de balón bastante preciso por momentos. El míster quería mucho pie en el medio y finalmente metió a Javi García en lugar de Micue. El granadino, que percutió por la derecha junto a Julyan Ayala (que suplió al lesionado Ángel), no tardó en responder a la confianza firmando el 1-0 en el minuto 7 de partido.

   El equipo manejaba bien el balón ante un Miguelturreño que siempre llegaba una décima tarde. El sometimiento era abrumador. Iván Riveiro se sentía cómodo repartiendo juego más volcado al costado zurdo, por donde caía el bullicioso David Villar, un pulmón de difícil codificación para los rivales.Un poco más atrás, Prince completaba el lujoso cuarteto de medios centros que Falcón puso en escena.

  En el minuto 14 llegó el segundo. Iván Riveiro se perfila hacia dentro, alza la cabeza y espera lo justo para ver la ruptura por dentro de Tati Maldonado. Rosca perfecta sobre la defensa, buen control y mejor definición del lateral cordobés, que probablemente atraviesa su mejor momento de amarillo.

  El guion del partido varió poco con el 2-0, entre otras cosas porque el Miguelturreño no tenía capacidad de reacción ni presencia arriba. De hecho, el partido terminaría sin un solo disparo a puerta de los blancos. Aún hubo tiempo para un gol más antes del descanso, tras un córner sacado en corto entre Javi García y Tati, que terminó con un centro enroscado del primero a la cabeza de Exequiel, que ya había estado cerca de marcar un ratito antes y esta vez sí entró. Lo peor de toda la tarde llegaría al filo del descanso, tras un violento choque entre Pablo Cuchillero y Julyan Ayala. El joven meta visitante cayó fulminado y rápidamente se vio que podía ser serio. El árbitro pitó el final mientras el chico era atendido sobre el mismo césped. Aunque recuperó la consciencia, no podía tenerse de pie. Los cuidados sobre el césped se prolongaron hasta que llegaron los servicios sanitarios. Casi media hora después, pudo ser sacado del campo y fue evacuado en ambulancia al hospital.

-Atención al portero

El portero del Miguelturreño fue atendido hasta que llegó la ambulancia                    Foto: GACETA

   El resultado del partido y este lance fortuito enfrió el arranque del segundo tiempo. Había una sensación de que sería una segunda mitad sin gran condimento, como así fue. Aunque el Miguelturreño tiró de orgullo y buscó con un poco más ahínco –no mucho- los dominios de Manolo, y los cambios agitaron algo el cotarro, quedaba un poso de que todo el pescado estaba vendido. Aun así, La Solana siguió creando ocasiones, una muy clara de Micue, que salió muy activo por el ala zurda. Y llegó el turno del que faltaba en la fiesta: Rodrigo Alves. Suyos fueron el cuarto y el quinto de la tarde, completando así una buena faena coral.

Al acecho de los mejores

    Esta victoria acerca un poquito más a La Solana a su objetivo de meterse en el tren de cabeza. En condiciones normales, ya estaría dentro, pero el ritmo que impone el sexteto de arriba es brutal. Sin embargo, no es algo que preocupe demasiado a Julián Falcón, consciente de que su equipo está ganando, y aún más importante, está creciendo. Aunque el calendario pueda parecer propicio para este mes de noviembre, advierte de que cada partido es una batalla nueva y pide la máxima motivación a los suyos, y el máximo respeto para los rivales. Por ejemplo, al término del encuentro hablaba así del UD La Roda, próximo rival: “Es un buen equipo, que tiene buenos jugadores y en su casa son muy fuertes”. “Nuestro peor enemigo sería ir confiados”.

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