Hermi Parra junto al promotor de San Bartolo, Gabriel Onsurbe                Foto: GACETA

       Aurelio Maroto

      Si los bares adheridos querían ambiente, tuvieron ambiente. La Plaza Mayor volvió a ser el escenario perfecto para dar vida a una nueva edición de San Bartolo, que este año añadió un día más y contó con la novedad de un pregón, que ofreció la velocista solanera Hermi Parra. Miles de personas fijaron su estancia en la plaza, tanto la noche del viernes como casi todo el sábado, para disfrutar de horas de asueto y diversión en torno la docena de locales hosteleros que decidieron repetir esta iniciativa, en colaboración con el Ayuntamiento.

    Todo arrancó el viernes. A eso de las diez de la noche, la atleta Hermi Parra estrenó el pregón de San Bartolo. Agradecida a los hosteleros por acordarse de ella, recordó que siempre es un honor pasear el nombre de La Solana por toda España. “Ser solanera es llevar en el corazón nuestras tradiciones, historias y raíces que nos mantienen vivos”, dijo. El portavoz de los locales organizadores, Gabriel Onsurbe, entregó a Hermi un obsequio como gratitud entre la cerrada ovación del público.

Gabriel Alhambra 'El Galán' en plena actuación               Foto: GACETA  

   Después siguió la fiesta con la música como protagonista. El cantaor local Gabriel Alhambra ‘El Galán’ subió al escenario para interpretar un variado repertorio de canciones en el que mezcló copla, flamenco y canción ligera. Además, hizo debutar en La Solana a su sobrino, Fran Araque, a la guitarra. ‘El Galán’ se paseó entre las terrazas mientras cantaba, buscando la complicidad de un público que le mostró su cariño.

Un sábado intenso

    El sábado fue el día grande de San Bartolo. Desde mediodía, la plaza se llenó y ya no se vació hasta entrada madrugada. Castillos hinchables de agua refrescaron a los más pequeños, con chorro de espuma incluido. Un parque acuático en toda regla que permitió a los chavales pasarlo en grande, mientras sus padres buscaban refrescarse de otra forma bajo los soportales. A esas horas, muchos chefs improvisados pasaban las de Caín cocinando paellas, migas, pistos o asados. La clientela fue comprando sus raciones en un desfile incesante. Mientras, La Charanga Mecánica amenizaba y hacía bailar a más de uno.

Soportales llenos de gente el sábado a mediodía              Foto: GACETA 

   La jornada se extendió en el llamado ‘tardeo’ y siguió por la noche. La plaza no dejó de tener un ambientazo de gente, con lleno a rebosar hasta bien tarde. Hubo tiempo para escuchar a Paco Lanzarote, que se ha convertido en un clásico de esta fiesta, y al grupo rociero local Al son celeste. A falta de conocer un balance oficial del gremio hostelero, la sensación es que San Bartolo repitió éxito. Y naturalmente, volverá el año que viene.