Aurelio Maroto

    Azúcar en el plato más amargo. El Comité de Competición de la FFCM ha quitado la roja directa a Venturini y podrá jugar el domingo. Se estima así el recurso presentado por el CF La Solana, que ha aportado imágenes donde se ve con claridad que el argentino toca balón y no tiene ninguna intencionalidad de lastimar al jugador del Formac Villarrubia.

    Así que Armindo tenía razón, más allá del sesgo natural de los entrenadores al valorar los partidos. El técnico echaba las muelas, entre otras cosas porque esa roja vino muy poco después de la expulsión por doble amarilla del villarrubiero Carrillo. El descanso llegaba y La Solana, con 0-0 aún, hubiera jugado la segunda parte con superioridad numérica. ¿Qué hubiera pasado? Nadie lo sabe. Sin embargo, la justicia deportiva ha dictado que el árbitro perjudicó a los amarillos. La decisión de Escudero Martínez tiene un nombre sencillo: ley de la compensación. Sin duda que no lo hizo adrede, simplemente distingue lo mediocre de lo excelente.

    La “liberación” de Venturini para el domingo ha supuesto un subidón en el seno del club, y no solo por su ascendiente en el vestuario o su peso en el campo, sino también porque la plantilla está cogida con pinzas. Juli Cacho, Paulo Junior, Álex Martínez y Miller siguen KO. Siempre que no ocurra nada en los tres entrenos que aún quedan (jueves, viernes y sábado), Armindo no tendrá muchas variantes según vaya el partido. Y eso no es problema de ningún árbitro, sino fruto de una plantilla algo corta y de un desesperante negociado de Extranjería. No es normal que Miller Moreno siga en su país a la espera del visado, mientas el club afirma que ha presentado toda la documentación habida y por haber.

    Ahora bien, ninguno de los inconvenientes citados, que lo son, esconden que La Solana no ha dado con la tecla en los últimos encuentros, con tres derrotas consecutivas, 6 goles en contra y solo 2 a favor. Bien es cierto que ha sido frente a tres rivales de arriba, pero se echa en falta un poco más fútbol. El equipo se diluye por momentos y es demasiado previsible con su juego directo. Hay futbolistas, sobre todo los más creativos, que necesitan dar un paso adelante, adquirir más protagonismo, más galones. A menudo hay sensación de ver un equipo partido.

    El domingo llega una gran oportunidad para revertir la situación y recuperar el aura de principio de temporada. No será fácil, porque enfrente estará el Cazalegas, que llega lanzado a La Moheda tras una racha espectacular. Pero es el momento de devolver a la afición el apoyo que está dando. El duelo comenzará a las 16,30 horas.