Alejandro Rodado con sus dos libros en los estudios de Radio Horizonte                                Foto: GACETA

Gabriel Jaime

A sus bisoñas dieciséis primaveras, ha publicado su segunda novela y ya tiene entre ceja y ceja un tercer libro. Alejandro Rodado, con raíces solaneras y afincado en Leganés, es un incipiente escritor con una proyección sin límites. Con una cabeza muy bien amueblada para su edad, escribe para desconectar de su día a día y para entretener a sus lectores. De momento, no piensa vivir de sus creaciones literarias, aunque tiene sobrado talento para conseguirlo.

Acompañado de su padre y su hermano Álvaro, llegó a los estudios de Radio Horizonte La Solana para hablar de sus obras. La primera lleva por título ‘Las reliquias de la niebla’, un ejemplar que vio la luz hace dos años y que partió de un diario personal. “Desde pequeño, tenía un diario y cada día plasmaba lo que había soñado la noche anterior. Después de un tiempo, me llamaron la atención varias historias y decidí recopilarlas en un libro”. Una creación irrealista y de fantasía, según recalca el autor, que reconoció la tremenda ilusión de publicarla y las dificultades encontradas. “Tenía muchas ganas de escribir un libro y de compartir mis historias con la gente que más quería. Fue algo complicado porque no tenía material adecuado para llevarlo a cabo, pero en nueve meses lo tenía escrito y corregido”.

Nada más publicar su primer libro, ya estaba pensando en el segundo. “No me terminaba de sentir a gusto, no encontraba lo que quería y empecé a escribir un nuevo relato de más de cuatrocientas páginas”. Ese ejemplar lleva por título ‘El Niño’ y narra la historia de una chica que pierde a su hermano en extrañas circunstancias. Misterio, suspense y thriller psicológico se dan la mano “y mantiene en vilo al lector en todo momento”, apostilló.

No hay dos sin tres

Su tercera creación literaria tendrá otros tintes distintos a los anteriores. “Quiero que sea algo más sentimental y llevar a los personajes a situaciones más personales y emocionar al lector con la debilidad de las palabras”. Rodado indicó que necesita tiempo para escribirlo y que no tiene prisas por acabarlo.

Su fuente de inspiración es la música y estar sólo, según reconoció, además de tener como espejo a Javier Castillo, Eloy Moreno o Carmen Mola, entre otros. El joven escritor subrayó que es muy importante leer antes de empezar a escribir y que, de momento, no se plantea vivir de sus libros. “Escribo porque me gusta y porque me ayuda a desconectar de mi vida y encuentro un mundo donde no hay normas ni límites. Mi idea no es vivir de esto, sino estudiar y tener mi trabajo en el futuro, a no ser que alguno de mis libros dé el ‘petardazo’”. Su deseo es entretener al lector y dejar huella en cada creación.

El autor ha tenido tres pilares de apoyo que le han acompañado durante este corto pero intenso viaje literario. Su profesora de Lengua, Maite Pasero, y su profesor de Inglés, Juan Amando Calvo, le dieron muchos consejos y le resolvieron alguna que otra duda. La tercera pieza, y no menos importante, ha sido su madre, que desempeñó las labores de corrección en las publicaciones y ha sido su gran aliento en todo momento.

Más allá de los beneficios económicos, Rodado explicó los beneficios sentimentales que le aporta escribir. “Con ‘El Niño’ he conseguido que mi abuelo se leyera el primer libro de su vida, o que gente no habitual a la lectura se enganchara a leer”. Sus ejemplares son novelas de comercialización privada, por lo que las vende personalmente. Los interesados en adquirirlas pueden ponerse en contacto con su mail Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. y en redes sociales Instagram y Twiterr @alejandroroo_.