El presidente (centro) está muy contento con el cambio de rumbo económico de la entidad                            Imagen de archivo

Gabriel Jaime

La cooperativa del pan ‘Rosa del Azafrán’ cerró el ejercicio del año 2022 con superávit. La entidad ha revertido los números rojos de años atrás para dejar un saldo positivo de más de 7.000 euros en caja, según se anunció en la asamblea extraordinaria celebrada el pasado domingo. La subida de precios ha sido crucial para lograr estos resultados económicos, y no se descartan nuevas acciones para optimizar más aún los ingresos. Así lo recalcó el presidente, Pedro Ignacio Salcedo, tras el cónclave, además de hacer un llamamiento a los socios.

Tras el imparable incremento de los costes de producción, la cooperativa panadera decidió aplicar también una subida a los precios de sus productos. Las consecuencias se han traducido en unas cuentas más saneadas, como desprende el informe del ejercicio anterior que fue aprobado por los afiliados. El presidente y su directiva lo tenían claro, y el tiempo les ha dado la razón. “Desde que nos planteamos la ineludible subida del pan, los datos han mejorado considerablemente. Hemos pasado de tener unas cuentas muy negativas hace dos años a tener un superávit de más de 7.000 euros”, aseguraba a Radio Horizonte La Solana.

La idea es continuar con la misma tónica para aumentar el colchón monetario, aunque los costes de producción actuales no ayuden demasiado. “Tenemos que trabajar con esa mentalidad ahorradora para la recuperación económica de la cooperativa”. La directiva no para de pensar en nuevas alternativas para optimizar los ingresos. La vieja idea de potenciar el incremento de dulces vuelve a escena. “Es una posibilidad, porque el consumo de pan está descendiendo. Hacemos cochura tradicional, pero tendríamos que aspirar a un tipo de pastelería más delicatesen. Conocemos a un maestro pastelero que podría abrirnos el camino”. Tampoco se descartan otros movimientos empresariales que estarían en estudio, según avanzó el presidente.

El objetivo es mantener la plantilla, aspirar a una mayor productividad y disponer de un desahogo económico para capear posibles imprevistos. No menos importante es el incremento de la masa social. “Si no conseguimos que aumente el consumo de pan, vamos a intentar sumar más consumidores. Sería conveniente que los socios hagan nuevos socios para seguir creciendo”, apostilló.