Urgencias en 'Virgen de Altagracia', una batalla sin cuartel contra el virus
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Publicado: 07 Enero 2021

Entrada al servicio de Urgencias del Hospital Comarcal 'Virgen de Altagracia'
Aurelio Maroto
El miedo se ha convertido en estr茅s. El estr茅s en cansancio. Y el cansancio en鈥 esperanza. S铆, esperanza, Y, por qu茅 no, en confianza. El personal de urgencias del Hospital Comarcal 鈥榁irgen de Altagracia鈥 ataca esta segunda ola de Covid-19 con el estoicismo de marzo. Esta pel铆cula ya la han visto. Al menos, se saben el argumento. Sus armas de defensa son mejores y no les faltan los ingredientes principales: energ铆a y audacia. Es un peque帽o ej茅rcito de m茅dicos, enfermeros, auxiliares, celadores, administrativos, personal de limpieza鈥 Son un equipo y cada uno es imprescindible.
Radio Horizonte-La Solana ha hablado con Carmen S谩nchez Tapia, m茅dico con prosapia en este centro, y tambi茅n en esta 鈥榞uerra鈥 contra el enemigo invisible. La casualidad quiso que ella recibiera al primer paciente contagiado. Ca铆a la noche del 9 de marzo. Ni siquiera se hab铆a decretado el estado de alarma. Visitaci贸n ven铆a de Ruidera con un cuadro de fiebre, fatiga y tos. Por desgracia, la radiograf铆a dict贸 sentencia: neumon铆a bilateral. El mel贸n se acababa de abrir. A esa hora, nadie sab铆a que Alexis, compa帽ero de Carmen en esos d铆as, hab铆a estado de guardia el d铆a anterior y tambi茅n era positivo. Alexis y Visitaci贸n acabaron intubados en la UCI del Hospital General de Ciudad Real. Por fortuna, ambos sonr铆en hoy a la vida.
Marzo queda lejos. O cerca, seg煤n se mire. La vida y la muerte han pasado de la mano por esa unidad de urgencias. Una dicotom铆a diab贸lica que, se quiera o no, es inherente a un servicio sanitario de esta naturaleza. Pero el virus lo ha amplificado todo. Diez meses despu茅s, hay un d茅j脿 vi. 鈥淓s un momento de intranquilidad porque observamos m谩s casos, aunque no comporten tanta gravedad inmediata como en la primera ola鈥, argumenta.
鈥榁irgen de Altagracia鈥 ha sido ejemplo de gesti贸n. Es un hospital peque帽o que atiende a una poblaci贸n flotante no inferior a las 50.000 personas. Ese modelo sirve ahora, m谩s que nunca, para torear el nuevo Miura. 鈥淒esde un primer momento tuvimos planes de contingencia, que hemos reforzado en estos meses, tanto en circuitos de atenci贸n en urgencias como en hospitalizaci贸n, consultas o cirug铆as, urgentes o programadas鈥. La 煤nica novedad de relieve ha sido la creaci贸n de una unidad de pacientes intermedios. Su objetivo es garantizar una asistencia m谩s espec铆fica a un tipo concreto de enfermos covid.
En urgencias no hay cuartel. Basta con permanecer all铆 un rato y fijarse un poco. No mucho. El traj铆n es constante. Ha aumentado la atenci贸n en los box y las derivaciones a planta. Medicina Interna tiene estos d铆as una docena de contagiados en cama, cuando hace un par de semanas apenas eran tres o cuatro. Es la prueba del algod贸n. 鈥淣o hay colapso, pero s铆 un aumento de ingresos y una preocupaci贸n creciente鈥, admite Carmen.
La Solana es el gran n煤cleo poblacional de la comarca junto a Manzanares. Un s煤bito y descontrolado aumento de casos ha encendido todas las alarmas. Cierre perimetral al canto. 鈥淗a habido trasmisi贸n comunitaria y, m谩s all谩 del mazazo para la poblaci贸n, ha servido como herramienta de concienciaci贸n鈥. 鈥淗a quedado claro que siguen muy vigentes los peligros de las tres ces: sitios cerrados, concurridos y contacto estrecho鈥. O sea, nos dice que en absoluto han caducado las barreras de bloqueo m谩s comunes, y no por ello menos importantes. A saber, mascarilla, lavado de manos, distancia de seguridad...
En este sentido, pondera el papel de los rastreadores. Ellos y ellas fiscalizan los contactos estrechos y buscan aquellos casos sintom谩ticos o asintom谩ticos. 鈥淪u trabajo es sencillamente fundamental; de alguna forma dirigen la orquesta y me consta que trabajan a destajo. Creo que deber铆a haber m谩s teniendo en cuenta la l铆nea creciente de contagios鈥.

Carmen S谩nchez recibiendo la primera dosis de la vacuna de Pfizer
La vacuna, el punto de inflexi贸n
Carmen S谩nchez es la coordinadora de la Red de Apoyo a las Residencias. Supervisa en su zona de influencia el Plan Estrat茅gico de Vacunaci贸n, que ha establecido cuatro grupos prioritarios. Primero, los centros de mayores y sectores dependientes, incluido su personal sociosanitario. El resto de la poblaci贸n se ordenar谩 atendiendo a par谩metros que tendr谩n que ver con factores como la edad, la profesi贸n, patolog铆as de base o incluso particularidades sociodemogr谩ficas. Hay una primera fase que llegar谩 a marzo, una segunda entre abril y junio, y una tercera en el bimestre julio-agosto.
鈥淟a vacuna debe ser un punto de inflexi贸n; har谩 que el enemigo se debilite mientras encontramos un tratamiento curativo鈥. Est谩 convencida de su utilidad como arma de destrucci贸n masiva contra el virus. Castilla-La Mancha recibir谩 200.000 dosis que ser谩n administradas a unas 110.000 personas, teniendo en cuenta que hacen falta dos pinchazos. El equipo de vacunaci贸n garantizar谩 la preparaci贸n, el transporte, la administraci贸n y cualquier eventualidad.
鈥楳uchos abuelitos aplauden; no quieren morir de coronavirus鈥
Esta semana ha arrancado la ansiada campa帽a y Carmen fue una de las primeras en recibir la primera dosis. Conviene dar ejemplo. La llegada a las residencias ha sido todo un acontecimiento. Es como si pasara por la puerta el Santo Grial. 鈥淎lgunos abuelitos incluso aplauden; saben que son los m谩s vulnerables y est谩n deseando ser vacunados鈥. 鈥淯na abuelita de cien a帽os estaba feliz porque nos dec铆a que no quer铆a morir de coronavirus鈥. Son ellos, los mayores, quienes mejor disposici贸n muestran. Para aquellos que se dejaron jirones de piel en pos de la sociedad que hoy gozamos, esa jeringa es una broma. Y saben que puede ser la diferencia entre seguir con los ojos abiertos o cerrarlos definitivamente. Adem谩s, el plan incluye un precepto b谩sico: dar testimonio a las familias. 鈥淪i algo hemos aprendido es que las familias de los residentes tienen que recibir una informaci贸n transparente desde el minuto cero鈥.
Pero hace falta paciencia. M谩s paciencia todav铆a. La llamada 鈥榠nmunidad de reba帽o鈥 a煤n tardar谩. Hablar de meses, o de un a帽o, se hace un mundo para el ciudadano de a pie, y m谩s cuando pintan bastos, y sin embargo es un suspiro en t茅rminos cient铆ficos. La receta es simple: 鈥淐uanta m谩s gente vacunemos, menos tardaremos en llegar a esa inmunidad colectiva鈥. Pero Roma no se hizo en un d铆a.
A los que dudan, informaci贸n veraz
Carmen S谩nchez no sale de su asombro ante lo que escucha por ah铆 sobre la vacuna, desde que contiene ARN de mono hasta que nos quieren convertir en monstruos. 鈥淪on barbaridades, esta vacuna lleva un ARN (脕cido Ribonucleico) sint茅tico donde unas nanoparticulas entran en el cuerpo y crean una prote铆na que al reconocerse como extra帽a activa nuestras defensas鈥. Es la tecnolog铆a de llamado 鈥楢RN mensajero鈥. Y no menos importante es su autor铆a. 鈥淟os investigadores han tenido un papel prioritario鈥, enfatiza. Eso s铆, asume que es dif铆cil luchar contra los frikis de turno, dispuestos a sugestionar a gente que, probablemente de buena fe, compra los argumentos negacionistas. Cree que ese escepticismo se basa en el desconocimiento, y la ignorancia es muy atrevida. 鈥淎nimo a quien dude a recibir informaci贸n veraz y oficial, a que huya de noticias desvirtuadas que nada tienen que ver con la verdadera utilidad de la vacuna鈥. 鈥淟a vacuna es segura y fiable, punto鈥, subraya.
El valor de la sanidad p煤blica
La pandemia de la Covid-19 pasar谩. M谩s tarde o m谩s temprano, pero pasar谩. El enigma est谩 en saber qu茅 hemos aprendido. Y no solo desde el punto de vista cient铆fico, m茅dico u organizativo. Carmen S谩nchez tiene claro d贸nde quiere estar. 鈥淢e enorgullezco de trabajar en la sanidad p煤blica, en un hospital como este y de ser usuaria de 茅l鈥. Sin embargo, a menudo se hacen hospitales, incluso ahora, en un pa铆s sin m茅dicos. Sin nuevos m茅dicos. En el suyo lo han vivido. 鈥淣o ha sido un problema de no querer contratar, es que no ha habido m茅dicos para contratar鈥.
La g茅nesis hay que buscarla en el sistema educativo. No entiende que en Espa帽a haga falta una nota de corte tan exigente para acceder a la carrera. 鈥淓stamos perdiendo muchas vocaciones por esta raz贸n, y es especialmente grave cuando hay un gran d茅ficit de m茅dicos, o de enfermeros鈥. 鈥淭enemos una formaci贸n v铆a MIR (M茅dico Interno Residente) de las mejores del mundo鈥. 鈥淣uestras autoridades tienen que ponerse las pilas ya鈥.
Mientras tanto, ma帽ana se enfundar谩 nuevamente el EPI. Carmen y sus compa帽eros, que ella llama 鈥榮u otra familia鈥, estar谩n en la primera trinchera del frente, con la bayoneta calada. No importa la fatiga. Su lema es el mismo que Dumas populariz贸 en Los Tres Mosqueteros. Ya escampar谩. Y ser谩 entonces cuando el sol ilumine las conciencias de cada cual. Ah铆 va nuestro aplauso, aunque no sean las ocho de la tarde.
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