Repartidores de paqueter铆a, doce horas diarias trasegando mercanc铆a online
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Publicado: 15 Mayo 2020
Ram贸n Jaime con la furgoneta repleta en pleno reparto diario Foto: GACETA
Aurelio Maroto
鈥淣ing煤n d铆a trabajo menos de doce horas; hoy han sido catorce鈥. Ram贸n Jaime es la viva estampa de ese regimiento de repartidores de paqueter铆a que, al calor del estado de alarma, multiplican sus esfuerzos diarios por atender la creciente demanda de pedidos online. S贸lo en La Solana (15.500 habitantes) y en la vecina San Carlos del Valle (1.100 habitantes), distribuye cientos de paquetes diarios. 鈥淎yer [jueves, 14 de mayo] hice 211 repartos鈥, ha declarado a la emisora local, Radio Horizonte.
Desbordado de trabajo, 茅l sus colegas de profesi贸n se pasan el d铆a subiendo y bajando de la furgoneta, acarreando cajas de los m谩s variados tama帽os y pesos. Desde un cartucho de tina para la impresora hasta un televisor de 70 pulgadas. Da igual. El caso es no fallar al cliente y llamar a su puerta m谩s pronto que tarde. A pesar del esfuerzo, admite que algunos d铆as no es posible estrujar m谩s. 鈥淗ay veces que tengo que dejarme alguna zona para el d铆a siguiente porque es imposible por mucho que corras鈥.
M谩s faena y menos autonom铆a de movimiento
A lomos de su veh铆culo de reparto de SEUR, la empresa para la que trabaja, ha aprendido a apretarse las tuercas para completar el planning diario de su PDA. 鈥淢e hago mi propia ruta y me la voy comiendo (sic) poco a poco鈥. Poca gente conoce mejor el callejero de La Solana y organizarse bien es clave para optimizar el reparto. A ese volumen ascendente se unen las nuevas medidas de seguridad. O sea, m谩s faena y con menos autonom铆a de movimientos. La empresa dio instrucciones muy claras a sus repartidores desde el primer d铆a de confinamiento. 鈥淎hora llego, llamo a la puerta, dejo el paquete y espero a que salgan a recogerlo鈥. Mascarilla y guantes, siempre, y prohibici贸n expresa de acceder la vivienda. 鈥淎lgunos te preguntan por qu茅 no subes, pero la inmensa mayor铆a lo entienden鈥. Aun as铆, hay situaciones excepcionales que exigen actuaciones excepcionales. 鈥淗ace poco un hombre se asom贸 en silla de ruedas. Por supuesto le pas茅 el paquete鈥.
Aparatos tecnol贸gicos
Aunque ven铆a la 茅poca de las comuniones y las bodas, apenas se reparte ropa. El estado de alarma ha arrinconado el textil en favor de los aparatos tecnol贸gicos. 鈥淧ara qu茅 pedir un vestido o una camisa si no te la ibas a poder poner; la gente se ha volcado en comprar ordenadores, m贸viles y sobre todo tinta de impresoras鈥. 鈥淎unque las tiendas de ordenadores han seguido abiertas mucha gente no se atrev铆a a salir y lo ped铆a por internet鈥.
Pero a medida que pasan los d铆as, Ram贸n Jaime nota con claridad la relajaci贸n ciudadana ante la pandemia. 鈥淟as primeras semanas iba solo por la calle; ve铆as al panadero y a compa帽eros de otras empresas de reparto, poco m谩s鈥. 鈥淒espu茅s empec茅 a ver m谩s gente en la calle, y cuando dejaron a los ni帽os pasear ya parec铆a que no pasaba nada鈥, dice en tono cr铆tico. Cree que habr铆a que mantener la guardia alta.
Que llueva para todos
El repartidor solanero acumula una amplia experiencia su sector y ha vivido varias etapas. Desde luego, ninguna como esta. 鈥淎hora mismo estamos en la cima [de venta online] y, si baja, no creo que sea mucho鈥. Lo dice alguien que trabaja atendiendo pedidos a trav茅s de la red, pero que tambi茅n defiende a capa y espada el peque帽o comercio de su pueblo, el de toda la vida. 鈥淗ay muchas peque帽as tiendas y negocios que merecen nuestro apoyo; yo siempre digo lo mismo, quiero que llueva, pero para todo el mundo鈥.
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