Francisco Mateos-aparicio dirige la interpretación de la nueva marcha                                                                                 Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

Rozaba el reloj la una y media de la tarde y, por fin, la imagen de Santiago Peregrino asomaba al pórtico norte de Santa Catalina. Había terminado la misa solemne al Apóstol del 25 de julio y el maestro de la Banda Municipal ordenaba los primeros compases de ‘Santiago’. Solo que ese maestro no era el habitual, Ángel Sancho, sino Francisco Mateos-Aparicio Romero de Ávila, el hombre que acaba de componer esta nueva marcha, dedicada a la hermandad del patrón de La Solana.

            La interpretación de ‘Santiago’ constituyó la gran novedad de los actos conmemorativos del día grande de la feria solanera. El presidente de la hermandad, Valeriano Jaime, entregó una placa de agradecimiento al creador de la nueva partitura, Francisco Mateos-Aparicio, nieto del recordado músico local Joaquín Mateos-Aparicio ‘Cantina’. Una vez interpretada la marcha por primera vez en público, el autor cedió la batuta a Sancho y se reincorporó al grueso de la banda para iniciar la procesión.

La Hermandad de Santiago entregó una placa de reconocimiento al autor de la marcha                                                          Foto: GACETA

            Previamente se había celebrado la misa en honor a Santiago. A las 12 en punto del mediodía comenzó la eucaristía, que una vez más llenó la parroquia de Santa Catalina, engalanada con banderolas con la cruz santiaguista y la imagen del Apóstol presidiendo junto al altar mayor. En las primeras filas se encontraban las autoridades civiles, encabezadas por el alcalde, Luis Díaz-Cacho, y en la otra bancada los directivos de la Hermandad de Santiago. Detrás, representantes de las distintas cofradías y asociaciones religiosas de la localidad, que participan en el ofertorio.

Apoyo a las obras

            La misa fue oficiada por el párroco titular, Benjamín Rey, que dividió su homilía en dos partes. Por un lado, aprovechó la idoneidad del momento para volver a pedir el apoyo de los solaneros en la financiación de distintas obras, por ejemplo las que concluyó la propia parroquia hace poco con el arreglo del tejado. Rey cifró la deuda actual en 275.000 euros, que se van pagando poco a poco gracias –dijo- “a la ayuda de mucha gente”. De paso, lanzó un dardo a la administración regional. “La Junta de Comunidades no ha cumplido de momento su compromiso, ni tenemos ningún indicio de que vaya a hacerlo”. Pero recordó que también hay otras obras que requieren atención y apoyo ciudadano, como el proyecto de arreglo del tejado de San Sebastián o la rehabilitación que ha iniciado la parroquia de San Juan Bautista de la Concepción. El párroco también aprovechó para felicitar a la Hermandad de Santiago por terminar de habilitar los sótanos de la Casa de la Iglesia “un trabajo muy hermoso pensando en el bien común”, manifestó.

Autoridades durante la misa del patrón                                                                                                                  Foto: GACETA   

         La segunda parte de la homilía la centró en la figura de Santiago. “Tener un patrón es como las modistas, que con arreglo a un patrón tenemos que cortar la pieza de cada uno de nosotros”. Al término de la eucaristía intervino la secretaria de ‘Pan de Trigo’ Ramona Serrano como exaltadora del Apóstol. Después, la Hermandad de Santiago entregó el báculo a Juliana Sánchez, que la acredita como dama de Santiago por su estrecha colaboración durante estos años.

Procesión

            La procesión transitó por el recorrido de costumbre bajo un intenso calor, lo que no impidió una masiva participación dentro y fuera del desfile. El patrón, adornado con flores con los colores amarillo y azul como guiño a los colores solaneros, fue llevado en andas por una veintena de portadores. El párroco de San Juan Bautista de la Concepción, Jesús Navarro, se unió en el desfile a su homólogo de Santa Catalina, junto a las autoridades y el resto de participantes habituales, entre ellos los hermanos de Santiago y niños ataviados como peregrinos.