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La ciudad

Afici贸n durante el La Solana-Guadalajara - copia

Aspecto de La Moheda durante el partido del domingo pasado                                                                                                        Foto: GACETA

              Aurelio Maroto

            No son 300 ni protegen el estrecho paso de Las Term贸pilas. No llevan escudo de hoplita ni van armados con afiladas jabalinas. Qu茅 va. Son 700 (a veces 500 y a veces 1.000) y nunca fallan a su santuario de La Moheda. Su arma es la garganta y su Le贸nidas el equipo que va de amarillo. Su rey.

            La afici贸n de La Solana sabe que la batalla ser谩 dura. Que a煤n quedan muchos persas que abatir. Que los ej茅rcitos de Jerjes son numerosos. Que nadie se rinde. Ah铆 abajo, en el barro del que tanto habla Carlos G贸mez, hay una olla a presi贸n. Y 鈥榣os 700 de La Moheda鈥 lo saben, lo huelen. Como huelen el despertar de los suyos.

            Este domingo dio gusto vivir dos horas en el coliseo amarillo. El Guadalajara llegaba crecido, con el chuchillo entre los dientes. La afici贸n estaba all铆, una vez m谩s, generando una atm贸sfera de lujo. Hab铆a cantidad, como siempre. Faltaba la calidad, que no est谩 siempre. Se masticaba la tensi贸n en la grada. 鈥溌os jugamos mucho!鈥, era el mantra entre la hinchada.

            Fuentes pelea una de las suyas, Almarcha reba帽a un bal贸n, Didier entra con todo en un lance dividido, Pirri se gusta en una finta鈥 Primeros aplausos, primeros v铆tores. El equipo quiere y la afici贸n necesita alguna raz贸n para activarse, aunque sea tenue. Se activa. Ya tiene su raz贸n. Ve a sus gladiadores con ganas de coliseo. Sancho aparece por el extremo y Saavedra est谩 a punto de marcar. 隆Los dos centrales a la carga! Josema recibe una andanada de Domenech y la gente ruge, se enerva. La tropa quiere, y eso se nota enseguida. Mazzocchi est谩 a punto de marcar 隆uyyyyyy!, pero el 谩rbitro anuncia el descanso. Ovaci贸n al canto y el c茅sped se tamiza con los otros amarillos, los ni帽os, que corretean jugando a ser los soldados de ma帽ana.

            Comienza el segundo tiempo y los soldados de verdad empujan. Es el momento de Fuentes, que siempre encuentra agua en El S谩hara. Se va por el costado zurdo, penetra como un poseso sobre la l铆nea de fondo y le pone un caramelo a David Sevilla. El canterano debi贸 acordarse de aquel d铆a, no hace mucho, en Quintanar del Rey, y sigui贸 la jugada. Recibi贸 la generosa asistencia y defini贸 como los 谩ngeles. Una delicatesen.

            鈥樎olana, Solana!鈥, 鈥樎铆 se puede!鈥 y 隆Fuentes, Fuentes! retumbaban en La Moheda. Quedaba media hora larga, un mundo, y tocaba conservar el bot铆n. L谩nder pide m谩s madera, m谩s a煤n, a la parroquia, que responde sin dudar. El partido entraba en su fase decisiva y el rival estaba atado en corto, s铆, pero tanto como el resultado. Los banquillos se mueven. Se va David Sevilla entre una nube de aplausos. Entra Javi Fern谩ndez y desperdicia su cuota de gloria en un claro mano a mano con el meta. El Guadalajara lo intenta, y a falta de juego din谩mico, encuentra ox铆geno arriba en faltas laterales. Un bal贸n se pasea delante de Monreal, que poco despu茅s detiene a bote pronto, con enorme solvencia, una falta venenosa. Resopla la grada. El reloj no corre. Llega la prolongaci贸n y el 谩rbitro no pita. Al fin lo hace, por 煤ltima vez. Los 700 de La Moheda estallan. Esta vez, ning煤n Efialtes ha ense帽ado el camino al adversario. Tres puntos de oro.

La Solana-guadalajara afici贸n

 

Otra imagen de la grada durante el partido contra el Guadalajara                                                                                      Foto: GACETA

Carlos G贸mez, a煤n con el cuerpo tembloroso por mor de la presi贸n acumulada, est谩 feliz, pero sabe que es 茅l, y no otro, el primero que debe bajar el sufl茅. Machaconamente, recuerda que no hay nada hecho, que La Solana sigue en zona roja. Pero a帽ade: 鈥淰eo al equipo trabajar y me gusta lo que veo鈥. Almarcha, el h茅roe del 煤ltimo ascenso, el 鈥業niesta鈥 de la afici贸n, a煤n jadeante camino de vestuarios, dice a este periodista: 鈥淐uando La Moheda est谩 as铆 siempre das m谩s鈥. Y viceversa.

La senda sigue llena de aliagas. Quedan ocho finales y el 19 de mayo todav铆a parece lejano. O no tanto. Pasar谩 lo que tenga que pasar, pero hay un caudal que corre con fuerza en el grupo XVIII de Tercera Divisi贸n: la afici贸n de La Solana.

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