La Solana-Caudetano (2-0): faena de aliño
-
Publicado: 26 Febrero 2017

El juvenil Antonio estuvo sobrio bajo los palos y resolvió bien su trabajo Foto: GACETA
Aurelio Maroto
Ganar, ganar y volver a ganar. Por lo civil o lo militar. La Solana sacó tres puntos aún sin cuajar un buen partido y despachó a un correoso Caudetano merced a dos goles de Mini y Naranjo -el último sobre la bocina-, suficientes para dar de comer a la ilusión. Fue en la tarde del regreso al banquillo del eterno masajista y utillero amarillo, Miguel Molina, después de un difÃcil trago familiar. Posiblemente la mejor noticia de la tarde.
Se esperaba más de los amarillos, la verdad sea dicha. Pero La Moheda volvió a sufrir ante un rival que, sÃ, se jugaba mucho, pero viaja en el furgón de cola y llegó con sólo 13 jugadores. Ni siquiera traÃa portero suplente. El problema fue el poco dominio del balón y una ausencia casi total de juego coral. La Solana jugó a arreones, fundamentalmente a los fogonazos de Mini, entregado de principio a fin, la amplitud de campo que ofrece Almarcha y algunas pinceladas de Edu Corrales.
Manolo Sancho colocó un once completamente local sobre el natural de La Moheda (teniendo en cuenta que a Naranjo se le considera tan solanero como el que más). Sorprendió la suplencia de Dani, tal vez uno de los futbolistas más regulares y de percusión constante en ataque. A su carril volvió Juli, que salió del eje para hacer hueco a Diego Sevilla junto a Gabriel Jesús Sancho. Los tres son fijos para el técnico y Manuel, el único zurdo nato, también lo es por su carril. Comoquiera que deseaba dar más creación con Josema en el pivote defensivo, el sacrificado fue Dani.
Sin embargo, el juego no fluyó. Raúl no apareció en el enganche y el equipo se atascó. Esa falta de ideas se agravó con la lesión de Capelo, que estaba desbordando bien por su costado. Las ocasiones no llegaban y el Caudetano comenzó a sentirse más fuerte. Tanto que generó varias contras peligrosas entre las costuras algo descosidas de la zaga local a la hora del repliegue. Pero la sangre no llegó al rÃo y el chaval Antonio, otra vez bajo palos ante las lesiones de Aless y de Huertas, resolvió bastante bien el poco trabajo que tuvo.

Mini abraza al masajista, Miguel Molina, tras marcar el primer gol Foto: GACETA
Mini abre la lata
Y, claro, llegó el más inquieto de la tarde para poner las cosas en su sitio. Pasada la media hora, Mini se sacó un zapatazo desde el borde del área para batir a JoaquÃn y poner calma antes de llegar al descanso.
La segunda parte arrancó con una clara ocasión para Edu Corrales, pero su preciosa volea la atajó JoaquÃn. Se reeditaron los problemas. Faltaba controlar la ronda de pases, dormir el balón, esperar la grieta contraria con paciencia… Manolo Sancho movió el banquillo. Sacó del campo a Raúl, muy gris, y metió a Jesús Bueno en busca de mayor poder fÃsico. El Caudetano seguÃa ahÃ, al acecho de cualquier balón largo. Y los tuvo. En ese incómodo intercambio de golpes, La Solana tuvo más ocasiones, pero el gol de la tranquilidad no llegaba y el nerviosismo se apoderó de La Moheda. Salió Dani para ayudar a Mini y debutó Juan para asegurar la salida del balón.
Finalmente, un robo en tres cuartos propició un servicio de Edu Corrales a Naranjo, que no perdonó ante JoaquÃn. No hubo tiempo para más.
Graves lesiones de Babu y Capelo
El triunfo dejó algunas dudas y también varias certezas. Las dudas fueron el juego inestable del equipo. Las certezas que La Solana ganó su tercer partido consecutivo y que Manolo Sancho lleva 9 de 9 y cero goles encajados desde que llegó. La mala noticia fue la lesión de Capelo. Rotura de fibras que le mantendrá KO varias semanas. Y aún peor, la grave lesión de Babu tras un desgraciado accidente de tráfico. Las noticias tras el partido es que se habÃa roto la tibia y el peroné. Sólo queda abogar por su salud y la de su pareja, que también salió malparada del siniestro. Toda la fuerza para ella y para el talentoso futbolista carolinense. El tiempo pasa rápido, ya verás Babu. La Moheda quiere verte de nuevo.
-
Visto: 2230
