Brujas y hechiceras, a debate en la Asociaci贸n de Mujeres
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Publicado: 01 Febrero 2017

Conchi Moya habl贸 de pr谩cticas hechiceras en el Campo de Montiel Foto: GACETA
Aurelio Maroto
No creo en ellas, pero haberlas, haylas. Es una expresi贸n muy com煤n para referirse a las meigas gallegas, aquellas brujas o hechiceras de tanta celebridad en el imaginario popular. Y aunque una bruja tambi茅n puede ser hechicera, una hechicera no es una bruja. O no era. Al menos en el siglo XVII, donde las fuerzas de la naturaleza se situaban muy por encima de la ciencia. La historiadora solanera Concepci贸n Moya habl贸 sobre brujer铆a y hechicer铆a en el Campo de Montiel durante el Siglo de Oro en el caf茅 coloquio semanal de la Asociaci贸n de Mujeres de La Solana. Un tema siempre sugestivo.
Su ponencia la bas贸 en un trabajo que present贸 en el V Congreso de Historia Social de la UCLM y se centra en el siglo XVII porque 鈥渆s donde m谩s casos he encontrado鈥, declar贸 a la prensa local. Admiti贸 que la brujer铆a y la hechicer铆a son temas que llaman mucho la atenci贸n 鈥減or la parafernalia que encierra y porque no se sabe demasiado de ello鈥.
Seg煤n la historiadora, en el siglo XVII hab铆a bastantes mujeres dedicadas a la hechicer铆a o a la brujer铆a en el Campo de Montiel, sobre todo en sus tres municipios m谩s importantes: Villanueva de los Infantes, Membrilla y La Solana. En algunos casos con origen gallego, como la esposa del ventero de Santa Elena (San Carlos del Valle), natural de Padr贸n (La Coru帽a), una tierra especialmente c茅lebre por sus meigas.
Pero una hechicera no era una bruja, aclar贸. Las primeras hacen ung眉entos y trabajan con hierbas, sin ir m谩s all谩. Las brujas invocan directamente al diablo y se arrogan poderes propios, por eso eran m谩s perseguidas por la Inquisici贸n, seg煤n demostr贸 en su libro titulado 鈥楲a Inquisici贸n en La Solana鈥.
Concepci贸n Moya intenta desmontar la visi贸n tr谩gica y oscura que se tiene de la Espa帽a de la Inquisici贸n respecto a las brujas o hechiceras. Los pa铆ses donde hab铆a triunfado la Reforma Protestante persiguieron m谩s a las brujas que los pa铆ses que siguieron siendo cat贸licos, y dio un dato contundente. 鈥淓n Espa帽a se sacrificaron a unas 300 mujeres y s贸lo en Alemania entre 20 y 30 mil鈥. Asegura que la Inquisici贸n espa帽ola discriminaba mejor los casos de brujer铆a seg煤n su gravedad respecto a los pa铆ses luteranos, m谩s severos y arbitrarios en la persecuci贸n por falta de preparaci贸n de sus inquisidores.
Hab铆a tres o cuatro motivos para buscar una hechicera en el siglo XVII, al menos en el Campo de Montiel. Primaban los rituales amorosos o sexuales, con el t铆pico caso que buscaba el amor de fulano o de fulana. Luego estaba el curanderismo, donde el cliente anhelaba una soluci贸n a su dolencia o enfermedad. Y tambi茅n proliferaba la b煤squeda de personas ausentes. En el siglo XVII, con motivo de las levas de hombres para las guerras en Catalu帽a o Portugal, muchas mujeres se encomendaban a la hechicer铆a para saber d贸nde estaba el marido, el hijo o quien fuera. Por 煤ltimo, tambi茅n se solicitaban hechizos para obtener dinero f谩cil en los juegos de azar.
Hoy en d铆a todav铆a quedan residuos, como el llamado mal de ojo, que en La Solana contin煤a teniendo vigencia en determinados c铆rculos. Y es que la superstici贸n no es algo exclusivo del siglo XVII. Qu茅 va. En cualquier caso, Concepci贸n Moya defiende el papel de la hechicer铆a en la sociedad del momento, 鈥渘o se puede dejar de comprender su importante labor en el curanderismo de aquellos tiempos鈥.
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Visto: 1994
