Óscar Díaz da instrucciones durante un tiempo muerto                                                                                                                          Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

            La derrota del FS La Solana a manos del Talavera FS (6-9) ha levantado viento en el entorno del club. La razón no es la derrota en sí, sino la manera en que se produjo. La decisión de jugar con portero-jugador cuando el equipo ganaba 3-1 terminó con un parcial de 0-5 a favor de los toledanos. La táctica no era nueva ni es justo achacar todos los goles talaveranos a jugar de cinco, porque no fue así. Pero hay una realidad irrefutable: sacar portero-jugador siempre conlleva un riesgo y coincidió con la remontada visitante. Y como el equipo acabó hincando la rodilla, la polémica estaba servida.

A ello se unió la actitud taciturna del técnico amarillo, Óscar Díaz, en la recta final del encuentro, abatido en el banquillo en la recta final del encuentro. También sus declaraciones al término del choque. “No estoy en condiciones óptimas para hacer un juicio de valor, se han dado situaciones que aún no comprendo” –dijo en la rueda de prensa-. “Es arriesgado jugar como lo hemos hecho, pero cuando tenemos el guión asimilado tenemos que hacerlo” –insistió-.

            Negó que jugar de cinco con 3-1 fuera un suicidio. “No, porque cuando sabes el rival no lo domina, tú estás utilizando un arma más de ataque”. ¿Pero nos han metido 5 con 3-1 a favor? –insistían los medios-. “Ha sido un mal momento del equipo en el partido y tendremos que trabajarlo”.

            Ante la lógica presión periodística, admitió que “a lo mejor hay que rectificar algo, pero no creo que hayamos perdido el partido por el portero-jugador, porque no nos pueden hacer dos goles en un cambio de portero con un saque de banda; esto se lo tengo que achacar a los jugadores”. “Si nos meten goles así, no estaremos donde creo que debemos estar”.

            Una crítica directa y un mensaje claro: sus futbolistas no cumplieron lo pactado. “Nos han metido dos o tres goles que no tienen nada que ver con el portero-jugador”. Con todo, reconocía sin tapujos que la última decisión corresponde al entrenador y que quizás no supo leer lo que estaba pasando. “Creo que el equipo hoy no ha estado en el partido, a lo mejor tenía que haberme dado cuenta de eso y no haber arriesgado tanto”.

No ocultó que al final del partido estaba decepcionado. “Era algo propuesto y aprobado por el vestuario; los jugadores también tienen que hacer examen de conciencia de cómo han salido al campo”. “No se puede decir a todo que sí y luego no dar la cara lo suficiente”.

El FS La Solana corta así una excelente racha de 3 victorias y un empate. El equipo se sitúa noveno, con 16 puntos, en una zona cómoda.