Silvia Marsó y Pablo Chiapella atendieron amablemente a la prensa     Foto: GACETA

            Aurelio Maroto

            Nuevo lleno en el auditorio ‘Tomás Barrera’ para ver una obra de cartel. La presencia de Silvia Marsó y Pablo Chiapella fue reclamo suficiente para el público solanero, que disfrutó con ‘La puerta de al lado’, una comedia que retrata las profundidades del ser humano desde un punto de vista desenfadado. Dos solteros antagónicos discuten durante una hora y media sobre una misma necesidad: encontrar un amor sólido, no pasajero, en el que apoyarse mutuamente.

            En declaraciones previas a la prensa local, los dos intérpretes explicaron cómo se sienten dentro de un montaje que tiene mucho de actual. Los dos personajes no tienen tiempo pero sí redes sociales, ese mundo inacabable, con mucho de virtual pero inmenso de oportunidades. Sin embargo, el trasfondo de la obra te dice que el ordenador no tiene por qué dictarte la realidad de las cosas, sino que el amor de tu vida puedes tenerlo en la puerta de al lado. Por eso, el título no es inocente.

            “Los polos opuestos se atraen cuando más incompatibles sean, al menos a primera vista”, decía Silvia Marsó. La veterana actriz catalana recuerda que ambos personajes son triunfadores en su trabajo, “pero han descuidado su vida privada, que es la verdadera vida”. He ahí una reflexión sobre la soledad cuando llegas a casa y no hay nadie a tu lado.

            Pablo Chiapella tenía muchas ganas de hacer teatro después de tantos años de televisión. “Era una necesidad imperiosa para mí y por fin tengo lo que quería”. Un papel que le ayuda a desprenderse un poco del rol de Amador Rivas, en la serie ‘La que se avecina’. Por su parte, Silvia Marsó sí tiene más recorrido en las tablas, con personajes de gran complejidad dramática, como ‘Casa de muñecas’ o ‘Yerma’, de modo que ansiaba también un personaje más cómico, aunque la realidad en el escenario es otra. “Creía que me lo iba a pasar bien y al final estamos discutiendo una hora y media en el escenario, con un enfado total” –bromeaba-.

Pero pronto notaron que calaba en la gente y ya son 6 meses recorriendo España con un éxito notable. Por cierto, el auditorio ‘Tomás Barrera’ de La Solana ha sido su primera parada en Castilla-La Mancha, dentro de la gira incluida en la Red de Teatros.