Jóvenes caminando por la Feria del Stock en la caseta                                                Foto: GACETA

          Aurelio Maroto

         La VII Feria del Stock ha terminado con resultado desigual para los comerciantes. Ha habido menos público que en ediciones anteriores y las ventas se han resentido, aunque hay satisfacción porque, al menos, se han salvado los muebles. El presidente de la Asociación del Pequeño Comercio, Ramón Prieto, habla de un viernes y un sábado flojos, pero de un domingo de asistencia masiva, sobre todo por la tarde.

         Aunque no hay cifras oficiales de venta, Prieto considera que cualquier feria es positiva porque siempre se vende más que un fin de semana normal y puedes sacar una parte del stock. Sin embargo, reconoce que hay de todo, “a unos se le ha dado muy bien y a otros no tanto”. Pero sí admite que ha sido el año con menos asistencia. “No es lo mismo que pasen dos mil personas a que pasen sólo mil”. Eso sí, una aglomeración de público no siempre significa vender más. De hecho, él mismo admite que ha vendido lo que el año pasado, “voy a salir más o menos igual”.

         La caída de gente lo achaca a varios factores. Quizás la coincidencia con el último fin de semana de carnaval, la desapacible mañana del sábado o la coincidencia con otra feria vecina. Le gustaría que bajara más gente a la Caseta Municipal y también que hubiera más firmas participantes. “Lo ideal sería completar los 19 expositores con firmas distintas (este año han sido 14) y que hubiera más variedad, no solamente ropa y calzado”. De hecho, en La Solana hay más de un centenar de pequeños comercios.

         Ramón Prieto no se arruga. Cree que, a pesar de todo, la feria del stock en La Solana es buena y resulta atractiva para la mayoría de los comerciantes que participan en ella. Seguirán trabajando y el año que viene la asociación organizará la octava edición. En cuanto a si hay o no brotes verdes en el sector, es rotundo: “algunos dicen que los hay, pero aquí no los vemos todavía”.