Manolo Sancho confía en su equipo                                                                                                 Foto: GACETA

           Aurelio Maroto

Aún resuenan los ecos del severo correctivo que sufrió el CF La Solana el sábado contra el Tarancón (0-3). La Moheda se quedó helada y muchos se preguntan qué pudo pasar. El entrenador, Manolo Sancho, era el primer sorprendido al término del partido, no porque una derrota no pueda suceder, sino por la forma de producirse. “Fue un partido raro porque estábamos dominando, teníamos el balón y llegábamos por banda, hasta que llega ese gol”. Se refiere al 0-1, ya en la recta final del primer tiempo. Un gol extrañísimo tras un centro sin aparente peligro que acabó cayendo en picado sobre la escuadra derecha de Candi. El técnico reconoce que “Candi podía haber hecho algo más” y alimenta el runrún en la grada.

            Está claro que Candi se comió ese balón, se mire por donde se mire, y la jugada cambió por completo el rumbo del partido, hasta ese momento con más dominio local. Una lástima porque el meta había estado impecable por alto hasta ese momento, agarrando con seguridad un par de balones complicados. Tanto que la afición le aplaudió, quizás sabedora de que los dos porteros, con sólo 21 años, necesitan un plus confianza. Y una demostración de que nadie está en contra de nadie a priori.

            La realidad es que ese gol abrió la tumba amarilla frente a los taranconeros. En la reanudación, una mala cesión de Babalola y un penalti innecesario de Manuel sentenciaron la contienda a las primeras de cambio. Lo demás fue un querer y no poder. Tanto que Manolo Sancho retiró a dos de sus jugones, Pirri y David Sevilla, con mucho partido todavía por delante. En el descanso, ya había dejado en el vestuario a Martín, cambio algo sorprendente cuando ni siquiera estaba en el banquillo su sustituto natural en el enganche, Almarcha.Pero no dio tiempo a saber si el cambio había sido acertado o no. Las dos trastadas defensivas nada más empezar destrozaron cualquier pizarra.

Errores propios

            Manolo Sancho admite que 8 goles recibidos en cuatro partidos exigen una reflexión. El sistema defensivo, clave en el ascenso, de pronto hace aguas. “Es una faceta que no la estamos haciendo bien, y por errores nuestros”. “La semana pasada a balón parado, la anterior también y hoy en jugadas que queremos controlar dentro del área”. “Tenemos que estar con la cabeza más fría y pensar que es preferible acabar 0-0 que perder”.

Sin embargo, el cuerpo técnico sigue confiando en la defensa y especialmente en sus porteros, tal vez consciente de que añadir leña sólo puede traer más fuego. “Hay que tener cuidado con el nerviosismo que se puede crear”. “No creo que la defensa no confíe en los porteros, pero es verdad que sus fallos suenan más porque generalmente acaban en gol”. “Pero tienen mi confianza absoluta para seguir trabajando”.

Fijo que esta semana habrá sanedrín interno para analizar en profundidad qué sucede atrás, aunque los problemas nunca pueden circunscribirse a una sola parte del equipo. Tan injusto es señalar sólo a la defensa y los porteros, como no señalar a nadie. Las derrotas llegan por algo y/o por alguien. Es así.

Sólo cuatro jornadas

Sancho también quiere destacar lo bueno que ha hecho el equipo, que también ha sido mucho hasta ahora. “Me quedo con la capacidad de reacción en partidos como Marchamalo, que empatamos con 2-0 en contra, o Ciudad Real, empatando en el descuento”. “Queremos pensar que el del sábado ha sido un partido más, sabemos que en Tercera División te puede ganar cualquiera y también le puedes ganar a cualquiera”. “Sólo llevamos cuatro jornadas y aunque es un resultado que nadie quería, tenemos que seguir trabajando con el mismo ánimo e ilusión que hasta ahora y viajar a Toledo con las máximas garantías”.