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Mario pelea un balón bajo el aro durante el partido contra el Alcázar                                                                                       Foto: GACETA

             Aurelio Maroto

            El Frutas Doña Ramoncita-CB La Solana comenzó la liga con un pan bajo el brazo. Los guerreros de Vitu liquidaron a un combativo Grupo 76 de Alcázar y lo hicieron sufriendo al máximo. El resultado final (62-60) es la exhibición perfecta de lo que fue el partido, es decir, un duelo igualado, trabado y con poca anotación. Pero ahí, en ese barro final, La Solana ya ha aprendido a moverse bien. Cuando más falta hacía, Miguel Muñoz se vistió de Sergio Llull para jugarse un triple providencial. Después, una mala decisión visitante impidió apurar una presumible prórroga. Esa fue la diferencia.

            El partido sólo pareció romperse un par de veces. La primera fue ficticia, tras un arranque fulgurante de los visitantes que colocaron un 0-8 sin tiempo para darse cuenta. La segunda resultó más seria, cuando La Solana se fue 9 arriba en el último parcial. Pero ambas diferencias resultaron enjugadas a tiempo para poner salsa a la receta.

            El CB La Solana tenía claro qué hacer y procuró plantear un partido veloz, ahogando la salida del balón con una presión atosigante, marca de la casa. Pero el Alcázar no se descompuso. Buscó frenar el tempo y maniatar el empuje amarillo con defensas zonales. Ese juego estático impidió abrir la zona, obligando a buscar opciones de perímetro. Ahí sufrió La Solana, mientras los visitantes equilibraban constantemente el electrónico con buena muñeca exterior y la mayor altura de sus pívots en las segundas jugadas. El 35-33 al descanso explicaba con claridad lo que estaba siendo el encuentro.

            La cosa no cambió en la reanudación, a pesar de que La Solana intentó poner una marcha más y demarrar. Fue imposible y el mejor ejemplo es que el hombre protagonismo local fue para Cuco. El pívot infanteño se peleó con las torres alcazareñas en la bombilla, sacando petróleo a base de faltas y tiros libres. Insuficiente para marcar distancia, aunque suficiente para llegar al último acto con 4 de ventaja.

            Una buena defensa del joven Castaño y un gran Mario García estiraron esa ventaja hasta 9 puntos. Sin embargo, un 2+1 y un triple bastante rocambolescos devolvieron el aliento a los rojinegros. Y así hasta el final, con el partido en un puño. Con La Solana por debajo, acudió al rescate al rescate Miguel Muñoz. El señor de los calcetines azules tiró de galones para sacarse de la manga un triple espectacular. Quedaba medio minuto y, al menos, una posesión más. Ya no se escapó el pájaro de la jaula.

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