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-Paulino Sánchez.

   Una copia o un calco de lo ocurrido el viernes del año anterior, eras eran  las palabras de las personas que se congregaron en la Plaza Mayor en la noche del viernes para asistir a los actos organizados con motivo de las fiestas patronales a la Virgen de Peñarroya.

   Y es que, desde primeras horas de la tarde la lluvia volvía a estar presente, mientras los técnicos montaban el escenario de la Plaza Mayor en el que tenía que actuar por la noche Miguel Sáez. A lo largo de la tarde y primeras de la noche, fueron varias las veces en las que tuvieron que colocar protección a los equipos en el referido  escenario.

   A las nueve de la noche, cuando estaba previsto que la imagen de la Patrona saliera al pórtico de Santa Catalina, para recibir la ofrenda floral, fue el momento en el que arreció la lluvia. Ello obligó a los directivos a celebrar el acto en el interior del templo. Allí se fueron depositando los ramos de flores, que llevaban pequeños y mayores, en diferentes paneles. Señalar que muchos de los niños asistentes iban ataviados al estilo manchego.

   La lluvia arreciaba y los encargados de colocar las mesas en las que se debían colocar los pistos y tortillas para ser degustados por el jurado, tuvieron que trasladarse  hasta los soportales de la Plaza Mayor, para que pudieran ser degustados y valorados por los componentes del jurado, en este caso pertenecientes a la Asociación Alas de Papel.

  Aunque eran más los inscritos, finalmente se presentaron 48 tortillas y 28 pistos manchegos, que una vez probados y puntuados por el jurado eran degustados por  quienes los habían condimentado y familiares y amigos que se fueron concentrando al abrigo de los soportales.

   Mientras tanto el  mostrador en el que se había preparado el zurra y los refrescos, obsequio de la cofradía de la Virgen de Peñarroya, que se encargó de preparar el maestro Ordóñez, ya se encontraba a punto y sirviendo esas bebidas a los que las solicitaban, aunque seguía la amenaza de la lluvia, algunas veces presente.

   La duda estaba en si finalmente el cantante Miguel Sáez, que el año anterior en esa misma noche y debido a la lluvia  tampoco pudo actuar. Finalmente, sobre las once y media de la noche, comenzó la actuación del gaditano Miguel Sáez, que pese a lo adverso de la climatología congregó en torno al escenario a buen número de personas, calentando el ambiente con sus canciones, coreadas por los asistentes, pese a lo adverso de la noche, como decíamos casi, casi una copia de la de un año atrás.

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