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         Aurelio Maroto

         La Solana se ha convertido en un lugar atractivo para el turista. Abril va a duplicar el número de visitantes que tuvo en 2009 y viene gente de cualquier punto de España. En realidad, raro es el día, sea festivo o laborable, que no llegue alguien en busca de información… o ya informado. El esfuerzo de difusión a través de Internet y la notable mejora en la cantidad y calidad de esa información turística, han sido claves para multiplicar el interés por visitar La Solana y sus incuestionables encantos.

         La Oficina de Turismo cobra dinamismo cada día que pasa. Con la llegada del buen tiempo y tras un invierno de lluvias copiosas, el interés por visitar los parques de la zona se ha disparado. Ruidera es uno de esos destinos sumamente apetecidos y La Solana está en el camino por la N-430. El responsable de la Oficina de Turismo, Juan Pedro Araque, no tiene dudas al respecto “antes la gente pasaba de largo, pero ahora paran aquí y se interesan”.

Se interesan y se sorprenden. El primer paso es una correcta difusión “hemos tenido más de 3.000 visitas en la nueva Web en el poco tiempo que lleva abierta”. Abril ejemplifica a la perfección este optimismo “llevamos un mes con visitantes diarios, cosa que antes no sucedía”. Muchos de ellos llegan en pareja, en familias enteras o incluso en grupos, y los datos hablan claro “en abril del año pasado recibimos 200 visitas y en este llevamos unas 400”.

Con seguridad, Internet y la nueva guía han resultado. La gente viene a La Solana en muchos casos con su ruta hecha y sabiendo lo que busca y lo que quiere. Algunos llegan con la lección muy bien aprendida sobre el nombre y características de los monumentos más representativos de la ciudad.

En verdad, La Solana tiene cosas muy interesantes que ofrecer. Juan Pedro Araque se refiere a la “Ruta de los tres poderes”, donde se puede el Palacio de la Casa de la Encomienda (poder militar), el Ayuntamiento con su bella Sala Noble (poder civil) y la parroquia de Santa Catalina con su espectacular torre barroca (poder religioso). Además, el visitante pregunta por el Palacio Don Diego, la ermita de San Sebastián (Monumento Histórico Artístico) y, por supuesto, la Plaza Mayor, una joya arquitectónica recién restaurada.

Según el técnico de turismo, mucha gente se sorprende de lo que La Solana puede ofrecer “hay visitantes que se quedan alucinados cuando se asoman a la plaza”. Pero una de las cosas que más agrada al visitante es el trabajo de rehabilitación que se está llevando a cabo “valoran mucho cuando les hablamos del plan de rehabilitación integral del casco histórico y ven que cuidamos nuestro patrimonio”. 

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