
Los Reyes Magos atienden a los niños al término de la cabalgata Foto: GACETA
Aurelio Maroto
…Y montaron sus tronos frente al árbol de la plaza, el mismo que ha sido objeto de cientos de comentarios en múltiples tertulias durante estas navidades. Pero sus Majestades de Oriente, ajenos a cualquier polémica, depositaron sus reales posaderas sobre los sillones instalados allí, dispuestos a sentar sobre sus regazos a los niños y niñas de La Solana. Éstos, a caballo entre la emoción y la sorpresa, miraban con ojos de plato el rostro de Melchor, Gaspar y Baltasar mientras comentaban qué deseaban recibir a modo de regalos esa misma noche.
Fue el epílogo a la cabalgata de la ilusión, que acababa de finalizar. Un desfile lleno de colorido gracias a la movilización de las asociaciones solaneras, en estrecha colaboración con la concejalía de Festejos. Hasta una docena de carrozas acompañaron el regio cortejo por el itinerario de costumbre, siempre entre una multitud de gente que se agolpaba en las aceras.
Había una multitud de niños disfrutando del carrusel mágico de la noche de Reyes, con los caramelos lloviendo por doquier y los chiquillos, y también muchos adultos, afanándose en recogerlos. Algunos como si no hubiera mañana. En fin, es la tradición. La Real tradición.