
José Díaz-Malaguilla con su cesta Foto: ES Galanes
Aurelio Maroto
José María Díaz-Malaguilla recibió una llamada inesperada. Eran poco más de las 12 del mediodía cuando su teléfono sonó y al otro lado sonó la voz de la primera teniente de alcalde, Manoli González. Le preguntó su nombre y, en efecto, coincidía con el del ticket que había extraído, al azar.
El interlocutor, sorprendido, fue informado de que había resultado agraciado con una estupenda cesta navideña, más un vale por valor de cien euros de repostaje. La cooperativa ES Galanes había decidido sortear ambas cosas entre sus clientes que repostaran en la estación de servicio entre el uno de diciembre y el 4 de enero.
La concejala había sido la mano inocente elegida por los directivos de la cooperativa. Removió los cientos de tickets de una caja y sacó uno de ellos. Venía el nombre del cliente, con todos los datos del repostaje y su número de teléfono escrito a bolígrafo.
José María Díaz-Malaguilla había cargado el depósito de su coche, con 50 euros de gasoil, el pasado 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes, a las 18,50 horas. Pero la llamada no era una broma. Qué va.