La imagen salió a hombros, aunque sólo este año                                                   Foto: GACETA

             Aurelio Maroto

         La junta del barrio de Fátima ha terminado plenamente satisfecha por el resultado de las fiestas de este año, que cumplían sus bodas de plata. El tiempo ha sido espléndido todos los días, cosa poco habitual, y la participación ha sido grande en el conjunto de las actividades. Además, su traducción económica ha sido muy superior. La recaudación entre puja, donativos y demás ingresos ha alcanzado la cifra de 2.268 euros, o sea, casi cinco veces más que en ediciones anteriores.

         La misa y procesión de este martes 13 de mayo, día de la Virgen de Fátima, se celebró en un ambiente de gran asistencia. La eucaristía al aire libre fue oficiada por el párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey, y amenizada con la música de la rondalla y coro Santa Cecilia, del Centro de Mayores. El alcalde, Luis Díaz-Cacho, asistió en compañía de varios de sus concejales.

         Al término de la misa se organizó el desfile procesional por las calles de la barriada. La imagen volvió a ser transportada a hombros, adornada con flores y flanqueada por cuatro cirios. Delante se situó la banda de San Sebastián y detrás las autoridades y representantes de las cofradías y hermandades solaneras.

         En declaraciones a Radio Horizonte, la presidenta de la junta organizadora, Pascuala González, expresó su total satisfacción por cómo ha transcurrido todo, “hemos tenido buen tiempo y ha salido todo el barrio a la calle”. Esa participación de los vecinos ha sido mayor que otras veces, según la presidenta, que lo achaca a la bonanza del clima y al hecho de cumplirse las bodas de plata. De hecho, nunca habían recogido tanto dinero. “Esos 2.268 euros están muy bien, aunque saldremos comidos por servidos”.

         Pascuala González agradecía la colaboración de la gente, en especial de los que han ofrecido para la puja y una mujer que donó dulces, “los nuégados, flores y rosquillos se vendieron en seguida”.

         Aunque la imagen procesionó a hombros como gran novedad, el año que viene saldrá nuevamente en carroza. “Teníamos miedo de que cayera al suelo”. De hecho, llegaron a caerse dos cirios. El objetivo es mejorar la carroza, aunque dependerá de la economía, siempre limitada en la junta organizadora de estas fiestas.