
Néstor se retira sangrando tras ser agredido... y expulsado Foto: GACETA
Aurelio Maroto
La Solana: Toni Huertas, Juli, Juanma, Sancho, Capelo, Javi Núñez, Mini, Almarcha, Néstor, Jesús Bueno y Naranjo.
En la segunda parte salieron Jose López, Michel, Pitu, Matías y Jose.
Isso: Purina, Harry, Fran, Bartus, Puti, Óscar, Álvaro, Anchoa, Edu, Ricky y Luis.
En la reanudación salieron Sequero, Iván, Pájaro, Gabi y José Carlos.
Árbitro: Carrión Álvarez. Amarillas para los locales Capelo, Javi Núñez, Néstor y Jesús Bueno, y a los visitantes Fran y Puti. Expulsó con roja directa al solanero Néstor y con dos amarillas al hellinero Harry.
Goles: 1-0 m.2 Naranjo remata un córner botado por Mini
2-0 m.57 Almarcha remacha un centro de Juli
3-0 m.73 Mini, de fuerte disparo
Incidencias: Tarde gélida y algo lluviosa en La Moheda. Más de 400 espectadores y césped natural en excelentes condiciones.
Comentario: Nada es como parece, hasta que termina. La Moheda vivió ayer la fealdad del fútbol y su parte más sublime a partes iguales. Dosis cuyo epílogo fue perfecto para la hueste amarilla, cuya afición no hay dinero que la pague. El 3-0 ante el Isso fue un grito de autoridad para dejar claro quién es el jefe de la tribu en este grupo de la Preferente.
La Solana despachó al colíder recetando una segunda parte de cine, sin ningún género de dudas, pero las aristas fueron muchas en el primer tiempo. Naranjo arreó de salida con un gol de cazador y el partido partido se enredó. Había demasiada tensión y los jugadorres se empeñaron en poner las cosas difíciles al árbitro, al que todos querían engañar.
En lo fútbolístico, el Isso fue claramente mejor durante media hora. Tras el gol, La Solana perdió el control y comenzó a correr detrás del balón. Ni Jesús Bueno ni Néstor encontraban el sitio. Con el espacio vital perdido, los albaceteños apretaron y apareció Luis, que apunto estuvo de marcar tras un gran control ante Toni Huertas.
Entre tanto, el Isso se empleaba con cierta dureza y La Solana entró al trapo. El desenlace no podía ser bueno y llegó a los 35 minutos. Capelo se busca una tarjeta amarilla para “resolver” su enfado por una entrada a un compañero y se arma la de San Quintín. El resultado: segunda amarilla y expulsión a Harry, y roja directa a Néstor. Lo curioso es que el colombiano se marchó sangrando abundantemente por la nariz producto de la agresión de un contrario. Durante unos minutos se oyó de todo en La Moheda, entre jugadores, banquillos y aficionados. Pero la primera parte concluyó pronto.
La sospresa vino en la reanudación. Lejos de recrudecerse el juego subterráneo y de deshonrar al fútbol, los jugadores se dedicaron a jugar. Pero los de un solo equipo: La Solana. Fueron 45 minutos de guante blanco en lo punible y de guante de seda en el juego local. A los 8 minutos, Mini ya había tenido dos mano a mano con Purina. Estuvo excelso el volante solanero por el costado derecho. Se mascaba el gol, que llegó tras una galopada de ese buldozer llamado Juli. Almarcha, atento, remachó su centro raso tras varios rechaces.
La Moheda se convirtió en una fiesta. La afición, enloquecida, coreaba con olés el juego de acordeón amarillo y ovacionaba hasta un cambio de orientación o una simple oxigenación del juego en un momento de apuros. La lluvia aparecía y La Solana bailaba bajo ella. Ahora sí, Jesús Bueno manejaba el cotarro en la primera línea de creación y los cambios sólo aumentaron la agonía de un Isso que, a esas alturas, ya estaba roto tácticamente. De hecho, hubo muchos contragolpes en superioridad que no terminaron en gol de milagro, entre ellos un balón de Naranjo al travesaño. Por fin, Mini encontró el premio a tanta propuesta por banda y engatilló el 3-0 al filo de la media hora.
Lo demás fue una fiesta teñida de amarillo. El líder sigue siéndolo y ayer dio un puñetazo en la mesa.