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 La Solana-Herencia gol

Los jugadores celebran el tercer gol en el partido de ayer                                            Foto: GACETA

Aurelio Maroto

La Solana: Toni Huertas, Palacios, Juanma, Sancho, Capelo, Michel, Mini, Almarcha, Javi Núñez, Jesús Bueno y Naranjo. En la segunda parte salieron Jose López, Matías, Tore, Agus y Jesús.

Herencia: Pascu, González, Tomás, Monreal, Pedro, Peseta, Ángel, José Carlos, Luis, Núñez y Tito. En la reanudación jugaron Vitín, Iván, Toro y Juan Carlos.

Árbitro: González del Campo. Amonestó al local Toni Huertas, y a los visitantes Tomás, González, Pedro e Iván.

Goles: 0-1 m.1 Luis

         0-2 m.2 Monreal

         1-2 m.32 Naranjo

         2-2 m.47 Naranjo

         3-2 m.50 Jesús Bueno

         4-2 m.57 Toni Huertas, de penalti.

         5-2 m.69 Capelo

         5-3 m.76 Ángel

Incidencias:

Más de 500 espectadores en La Moheda en tarde muy agradable. Hierba natural en excelentes condiciones.

Comentario:

Primera jugada, gol de Luis. Segunda jugada, gol de Monreal… No recordábamos algo así. No es normal. El caso es que el Herencia “comenzó” el partido con 0-2 a su favor. ¿Desidia?. No. Más bien casualidad. La Solana tuvo que remar contracorriente casi desde el vestuario, pero tiene tal arsenal de medio campo para arriba que es un tren muy difícil de parar, sobre todo en casa. Una vez más, La Moheda demostró ser una catedral del fútbol provincial donde jugar es una delicia, seas o no jugador local. La afición amarilla, fantástica una tarde más, llevó en volandas a los suyos.

Tácticamente, La Solana tardó en reponerse de los dos zarpazos verdiblancos. El Herencia apretó en la presión y costó asentarse sobre la alfombra verde de La Moheda. Sin el faro de Néstor, lesionado, La Solana encontró otro faro no menos luminoso, el canterano Jesús Bueno, inmenso en las ayudas y en el abarque de espacios. Por el costado diestro, Mini volvió a ofrecer su mejor versión y comenzó a ser un puñal. Sin embargo, el hombre del partido fue Naranjo.

Monreal, el jefe herenciano, tiraba la línea defensiva muy arriba, un caramelo para el delantero valdepeñero. Era cuestión de tiempo que agarrase alguna de sus constantes rupturas. Una de ellas cogió la espalda y supuso el 1-2, con una gran definición. Y nada más comenzar la segunda parte, fue el más listo aprovechando una mala cesión para, de nuevo a la espalda, robar la cartera y hacer el empate.

Desde ese momento, La Solana fue un huracán. Jesús Bueno, Huertas y Capelo tardaron un cuarto de hora en completar la manita. Sin obligación de mucho más, el partido volvió a equilibrarse lo suficiente para demostrar que el Herencia no es un equipo manco, ni mucho menos. Tiene talento por banda y gozó de varias ocasiones. Hizo el tercero y pudo hacer el cuarto y, quién sabe, poner a temblar La Moheda. Pero no fue así.

La Solana demostró capacidad de reacción y mucha pólvora. Y eso sin el central Juli atrás, pieza clave, y con Néstor, Pitu y José Pedro en la grada por lesión. Con este fondo de armario, Juan de Lara tiene mimbres para seguir soñando.       

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