
Los portavoces José Manuel Rodríguez-Rabadán y Clara Alhambra durante la comparecencia Foto: GACETA
-Paulino Sánchez.
La Asociación Matilde Landa de La Solana, nace con la pretensión de ser un colectivo juvenil, que sirva de encuentro y reunión, para el fomento del debate, la formación, así como la crítica y promoción de la conciencia social.
Como portavoces de esta naciente asociación actúan Clara Alhambra y José Manuel Rodríguez-Rabadán, que declaraban que los objetivos de la misma es ofrecer a los jóvenes solaneros una información objetiva, que sustituya a la que se les llega a través de la televisión y otros medios, además de tener la posibilidad de contar con un ocio alternativo a esos jóvenes.
Sobre cómo surgió la idea de crear esta asociación señalaban que en principio lo pensaron cuatro personas que tuvieron la idea en junio, desarrollándose a lo largo del verano, tomando cuerpo aproximadamente hace un mes, cuando ya lo decidieron de una forma definitiva y tomaron la decisión de sacar adelante la idea, contando inicialmente con quince jóvenes decididos a llevar adelante la idea, aunque esperan que se les unan bastantes más, para lo que están realizando la publicidad a través de distintos medios con vistas a que se acerquen a la misma los interesados.
La presentación a los asociados consistió en dar a conocer el porqué de dar el nombre de Matilde Landa, además de proyectar un vídeo sobre Latino América, explicando el motivo de ese documental, seguido de un debate para exponer ideas sobre el tema.
Aún no han programado otras actividades, salvo la de la presentación, con un tema como es el del proceso de cambios en Hispano América, señalando que para el futuro prepararán otras actividades.
La Asociación toma nombre de Matilde Landa, que según los portavoces de la misma fue una militante, que comenzó en el Comité Nacional contra la guerra y el fascismo, siguiendo en el Socorro Rojo Internacional, para ayudar a los heridos de la guerra, así como militante del PCE, trabajando por el pueblo, pasando posteriormente por la cárcel, donde ayudó a las presas a reducir sus condenas, no queriendo que la bautizan por lo que acabó suicidándose. .
Aunque no tienen aún sitio fijo en el cual reunirse pueden ponerse en contacto con ellos, ya que están abiertos a todo el que quiera acudir, bien una o más veces, siendo en la actualidad unos quince jóvenes los que pertenecen a esta nueva asociación.