FF La Solana y Rayo, juntos, con los trofeos al término del partido                                        Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         El Herbalife FF La Solana plantó cara a todo un Primera División como el Rayo Vallecano, aunque no pudo conquistar su torneo veraniego. Las amarillas perdieron 0-1 contra el Rayo Vallecano en un partido emocionante, cediendo el título del XI Trofeo “Virgen de Peñarroya” al equipo madrileño, que se presentó en con todo su arsenal. La Moheda registró una magnífica entrada de público, volcado un año más con la AECC. El club amarillo destinó otra vez la recaudación de las entradas a la Junta Local de la asociación.

         En los prolegómenos se realizó la presentación oficial de las dos plantillas, la de 2ª División y la del filial, que jugará en Liga Regional. El primer equipo tiene 18 jugadoras, con las novedades de la joven portera Yoli, y las hermanas Marta y María Madrid, las tres naturales de Daimiel. Juan Carlos Peñalver afronta su segunda campaña al frente del vestuario. Por su parte, Mamen de la Cruz dirigirá al FF La Solana B.

         El partido se preveía difícil ante un rival de superior categoría, pero La Solana apretó desde el principio e intentó equilibrar el choque, cosa que logró por momentos. Incluso María López pudo adelantar a las amarillas con un centro-chut que escupió el travesaño. Aunque las rayistas movían mejor el balón, carecían de profundidad gracias al trabajo físico de las solaneras, comandadas en el centro del campo por Marisa. Arriba, Mayte buscaba rupturas mientras Irene Ruiz culebreaba constantemente entre la excelente pareja de centrales visitantes. El gol llegó tras un centro medido y un doble cabezazo, ya que el primero lo repelió Elena.

         En el segundo tiempo llegó el carrusel de cambios y el marcador no se movió más. Podemos destacar la actuación de la jovencísima portera Yoli, que se ganó al público con un par de intervenciones de mérito. En realidad, el FF La Solana tuvo pocas opciones de gol, aunque mantuvo la incertidumbre hasta el pitido final. Por cierto, buen arbitraje del solanero Agustín Sánchez.