Las hijas de Jose, su hermano Juan, cuñada y sobrino, recibieron el cariño de la afición     Foto: GACETA

Aurelio Maroto

La Solana: Stiwi, Javi Núñez, Mini, Juli, Matías, Jesús Bueno, David Sevilla, Almarcha, José Pedro, Pitu y Tore. En la reanudación salieron Capelo, Araque, Diego Sevilla, Palacios y Colchón.

Puertollano B: Jesús, Aaron, Ignacio, José Luis, Rivilla, Morales, Agudo, Rubén, Anguita, Duque y Custodio. En la segunda parte salieron Jiménez, Arias y Guillermo.

Árbitro: Díaz de Mera Escuderos. Pasó desapercibido. Amonestó al local Diego Sevilla y a los visitante Rubén y Guillermo.

Goles: 1-0 m.11 David Sevilla

         2-0 m.17 Pitu

         3-0 m.48 Almarcha

         4-0 m.66 Pitu

         5-0 m.86 Pitu

         6-0 m.90 Colchón

Comentario: Fueron media docena de amapolas rumbo al cielo. La Solana tributó así su particular homenaje a Jose Vinuesa en forma de goles. Y lo hizo mientras ese cielo gris parecía llorar por él. Muchos jugadores amarillos no disimularon sus lágrimas durante el emotivo homenaje previo al comienzo del encuentro. Las dos hijas de Jose salieron junto a su tío para hacer el saque de honor, recibir una camiseta personalizada y un balón firmado por la plantilla. La directiva estuvo a la altura, desde luego, pero fue aún más significativa la ovación de La Moheda. Una cerrada y prolongada ovación de esa inconmensurable afición que tiene este club. Hasta los chavales del Puertollano B parecieron asistir complacientes a ese momento y al partido posterior. Bastante hacen con ser honestos y respetar la competición entre el caos que parece rodear al club minero.

         Si hablamos sólo de fútbol, la historia del partido es sencilla. La Solana tuvo un juguete en sus manos. Juan de Lara dejó en el banquillo a cuatro pesos pesados y no se notó. David Sevilla condujo el cotarro en el arranque, firmando el primer gol y fabricando el segundo. Al cuarto de hora, el partido estaba liquidado, sobre todo porque los puertollaneros carecían de argumentos para morder en La Moheda. De hecho, Almarcha y otra vez Sevilla pudieron aumentar le cuenta antes del descanso.

         La reanudación comenzó con un regalo de Jesús a Almarcha, que hizo el 3-0. Fue el punto de inflexión que frenó el ímpetu amarillo, cuyos jugadores decidieron echarse una siesta. Pero la diferencia era tanta que cualquier embestida era letal. Así que Pitu se reivindicó con dos goles más, firmando un hat-trick, remachado por el sexto de Colchón, que convirtió un claro penalti de Guillermo en al último suspiro. Jose, desde allí arriba, aplaudió como el que más. Iba por ti.