Jose Vinuesa -con camisa negra- junto a sus compañeros de directiva el pasado verano Foto: GACETA
Aurelio Maroto
La Junta Directiva del CF La Solana intenta asimilar el golpe. La repentina muerte de su tesorero, José Antonio Vinuesa, víctima de un infarto a primera hora de la mañana de este lunes, ha sacudido con fuerza a la entidad amarilla y ha conmocionado a toda la afición. Por supuesto, el dolor no es comparable al de su familia, en especial su viuda y sus dos pequeños, pero la legión de amigos que tenía Jose también está consternada por este súbito desenlace. Nadie merece irse así con sólo 32 años.
Uno de esos amigos era el propio presidente del CF La Solana, Ángel Izquierdo, que le convenció este verano para arrimar el hombro en el proyecto amarillo. Amigo personal, pretende darle la despedida que merece. Además de la compra de dos coronas de flores para su funeral, una en nombre de la directiva y otra en nombre de los futbolistas, se guardarán minutos de silencio en los próximos partidos del primer equipo y del juvenil, y los jugadores lucirán brazaletes negros. Está por confirmar qué tipo de acto se celebrará en los prolegómenos del próximo partido de liga en casa, que se jugará el 28 de abril. Han sido innumerables los mensajes de condolencia de la gente del deporte. Las redes sociales se están llenando con muestras de apoyo de la gente del deporte local en general, y del fútbol en particular. Pero también de futbolistas, directivos y clubes de la provincia y región que han conocido la noticia.
Jose era un personaje muy popular en La Solana. Propietario del Bar Vinuesa, que regentaba junto a sus dos hermanos, tenía relación con todo el mundo. Aficionado al fútbol desde niño, siempre fue socio del CF La Solana y un rostro habitual en La Moheda. También solía arropar al equipo en sus desplazamientos. El domingo pasado estuvo tras la barra del bar durante el partido entre La Solana y Valdepeñas, donde conversó animadamente con muchos aficionados, como era su costumbre.
Era el típico hombre de club, dispuesto a realizar cualquier función. En resumen, representaba a esa clase de personas que dedican su tiempo, y a veces su dinero, para que su pueblo tenga cosas de las que sentirse orgullosa. Por ejemplo, para que el pasado domingo más de 500 personas pudieran disfrutar de una soleada tarde de fútbol. Ellos también son los pequeños héroes de nuestros días. Descanse en paz, Jose Vinuesa.