
El Frente Solanero montó este bello mosaico a la salida de los jugadores Foto: GACETA
Aurelio Maroto
La Solana se atasca y parece haber perdido la chispa que tenía en casa. El sábado no pasó del empate a cero ante el Madrigueras, antepenúltimo clasificado, y demostró que ha entrado en un bache de juego y resultados. Al igual que sucedió la semana anterior frente al Tomelloso, los amarillos adolecieron de juego distributivo en la zona ancha, se juntaron mal y fueron incapaces de crear fútbol. Sin manejo en la medular, cualquier intento de enganche por banda era inservible. El único que entró más en el primer tiempo fue el lateral Inti, pero el Madrigueras siempre encontraba superioridad en las ayudas y no sufrió, excepto en un par de golpes francos. En resumen, se jugó muy lejos de la "madriguera" visitante, haciendo casi imposible pugnar por la victoria. Una semana antes pasó excactamente lo mismo. Al equipo le está costando mucho acercarse a la meta rival.
El equipo apretó algo más en la segunda parte, pero a golpe de corazón. Seguía faltando un faro en el que apoyarse. De nada sirvió la acumulación de hombres en el medio, caso de Michel, José Pedro, Almarcha y David Sevilla. Las rupturas de Mini se quedaban en nada y los cambios tampoco aportaron mucho y Pitu no anduvo fino en sus movimientos sin balón. Cuando lo tuvo en los pies tampoco acertó, sobre todo en un mano a mano con el portero visitante. La suerte tampoco acompañó a los locales esta vez.
Al término del partido habló el segundo entrandor, Leandro Ruiz-Peinado, que admitió sin tapujos el bache en el que ha entrado el equipo "nos atascamos en el medio, no tenemos juego por banda y no creamos ocasiones". Es un resumen perfecto al que añade un componente mental "a lo mejor no nos creemos que podemos estar ahí arriba". Pero también advierte del orgullo de esta plantilla y de que aún queda mucho por delante. El próximo domingo hay viaje a La Gineta, que está a cuatro puntos en el puesto de promoción. Nada hay ganado, pero nada hay perdido. La Solana ha hecho grandes partidos contra los rivales más fuertes.