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 Copia de Tormenta

Una imagen vale más que mil palabras                                                                                      Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         Felipe II envió a su Armada Invencible a luchar contra los ingleses, no contra los elementos. Algo así ocurrió en la noche del día de Santiago. La cantante de copla Verónica Lozano llegó dispuesta a conquistar al público solanero, pero una inoportuna tormenta acabó con tal proyecto y dejó a todo el mundo compuesto y sin novia.

         Más allá de las nueve de la tarde el cielo no barruntaba nada bueno, y el agua apareció media hora antes de la hora prevista para comenzar el concierto. Muchos pensaban que sería algo pasajero, una clásica tormenta de verano. Pero el viento comenzó a soplar con más fuerza y al caer la noche el tiempo empeoró. A las diez la lluvia arreció y el cielo se iluminaba constantemente con un feroz aparato eléctrico. Mientras, las terrazas se vaciaron y todo el mundo se refugió bajo los soportales de la plaza. La imagen de los veladores desiertos, las banderolas de Santiago moviéndose más que una bandera en Tarifa y alguna silla volando, recordaban a cualquier cosa menos a una noche veraniega de feria.

         Los operarios municipales protegieron con rapidez los equipos de sonido y retiraron toda la impedimenta del escenario. Entre tanto, el alcalde debatía con el productor y los artistas la conveniencia de esperar o suspender el recital. Al cabo de unos minutos, y ante el recrudecimiento de la tormenta, así como al consejo de los técnicos municipales, se decidió suspender el espectáculo. Verónica Lozano ya estaba maquillada y vestida para salir a cantar.

         En los camerinos tuvimos la ocasión de hablar con ella y también con el productor Antonio Serrano y el concejal de Festejos, Luis Romero. La idea es que Verónica Lozano vuelva para las fiestas de la Virgen, tal vez el viernes 14 de septiembre. A ella se la veía resignada “el tiempo es impredecible, me he quedado con la pena puesta”. Nunca le había pasado algo así antes de comenzar un concierto, aunque sí en mitad “alguna vez he tenido que bajarme del escenario deprisa y corriendo, pero no antes de empezar”. Sin embargo, aceptó la propuesta de volver en septiembre “regresaré encantada para complacer a este público”.

         Mientras todo esto sucedía, y entre relámpago y relámpago, algunos seguidores de la cantante esperaban en la puerta para la firma de algún autógrafo. Alguien, resuelto, le pidió cantar a capela para no irse a casa sin escucharla, cosa que aceptó gustosamente.

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