Paulino Sánchez

   La amenaza de la lluvia ha estado presente en los días centrales de la Semana Santa, Jueves y Viernes Santo, que se han vuelto a caracterizar por el silencio, la participación y la lluvia, que finalmente se hizo presente cuando la procesión del Santo Entierro llevaba aproximadamente la mitad de su recorrido, teniendo que suspenderse el desfile precipitadamente.

A las nueve en punto de la tarde del jueves salía de la parroquia de Santa Catalina la procesión de la Santa Vera Cruz. El Niño Jesús de las Monjas Dominicas encabezaba del desfile, que continuaban los pasos de Jesús Orando en el Huerto, El Ecce Homo, Jesús y el Cirinero, que estrenaba faldillas en la carroza, el Cristo del Amor y la Virgen de la Esperanza.

 La carroza estrenó nuevas faldas                                                            Foto: GACETA

 Eran las seis y media en punto de la madrugada del Viernes cuando comenzaba la procesión de la Esclavitud de Jesús Rescatado, que no tuvo problemas de salida, pese a que a pocas horas antes no sólo llovía, sino que apareció la nieve.

   Primero el Niño Jesús, seguido de Jesús amarrado a la columna y, a las cinco solares en punto, la imagen de Jesús Rescatado era sacada por los portadores ante una multitud de fieles que llenaban la explanada de la parroquia de San Juan Bautista de la Concepción, incorporándose posteriormente al desfile la imagen de la Virgen de la Soledad.

 

 La imagen de Jesús Rescatado lució la nueva túnica                                                                     Foto: GACETA

En la tarde del Viernes Santo los pasos de la Virgen de las Angustias, llevada por costaleros y la Santa Cruz que volvía a las ruedas, salieron de su ermita, uniéndose en la Plaza de Santa Quiteria a las del Cristo de la Agonía, El Calvario, Santo Sepulcro,que estrenaba estandarte, y Virgen de la Soledad, paso que completaba el palio y estrenaba vestido para la titular.

La procesión desfiló con normalidad, pero a mitad del itinerario, comenzó a llover intensamente. Ante la intensidad de la misma los dos primeros pasos caminaron hasta la Iglesia de Santa Quiteria. Para los cuatro últimos se abrían las puertas de la Parroquia de Santa Catalina para que se refugiaran hasta ser trasladados en la mañana del sábado unos a la ermita del Calvario y otros a la de Santa Quiteria.

 

 Las carrozas se tuvieron que proteger con plásticos por la lluvia                                       Foto: GACETA

Los paraguas fueron protagonistas en la procesión del Santo Entierro                                           Foto: GACETA

 

Nazarenos ataviados con diferentes colores, morado, blanco, rojo, verde, azul y túnicas trinitarias, acompañaron a los pasos, así como las bandas de la Agrupación de San Sebastián, Jesús Rescatado y la Municipal de Música, todas de la localidad, desfilaron con sus marchas en las procesiones de estos dos días.

La Virgen de la Soledad estrenó vestido                                            Foto: GACETA

   Asimismo en las presidencias religiosas estuvieron los párrocos de Santa Catalina, Benjamín Rey y el de San Juan Bautista de la Concepción, Manuel Infante, mientras que el alcalde Luis Díaz Cacho y concejales de los grupos socialista y popular, así como el presidente de la Diputación de Ciudad Real Nemesio de Lara en el Santo Entierro, acompañaron a los desfiles, que fueron presenciados por numerosas personas en todo el itinerario.