Paulino Sánchez durante su charla                              Foto: GACETA

Aurelio Maroto

         La Asociación de Mujeres conoció la historia de los escudos heráldicos en La Solana en su tradicional café-tertulia. El Cronista Oficial de la Villa, Paulino Sánchez fue el encargado de ilustrar acerca de los distintivos de armas que todavía se conservan en fachadas particulares, edificios oficiales o monumentos religiosos de la ciudad.

         Durante más de una hora, el Cronista de la Villa recorrió los escudos más importantes que aún permanecen intactos, principalmente los dedicados a nobles e hidalgos antes de la Revolución Francesa, auténtico punto de inflexión para terminar con los privilegios de estas clases acomodadas. Paulino Sánchez situó la escena en los siglos XVI, XVII y XVIII, aludiendo a las Relaciones Topográficas de Felipe II (diciembre de 1575), que revela la existencia de 4 hidalgos en La Solana “aunque matiza que tres de ellos no había enseñado su títulos, dudando de su autenticidad”.

         En conjunto, quedan una docena de escudos en pie, pertenecientes a familias de rancio abolengo en la localidad, al margen de otros pertenecientes a órdenes militares o eclesiásticas. Por ejemplo, en la calle Comendador aparece el escudo de los Castro en una casa solariega, y en la Casa de la Hojarasca el enlace entre los Castro y los Canuto. Ambos distintivos también se encuentran en la fachada de la iglesia de Santa Catalina, junto al balcón de La Generala. Los Antolinez mantienen su escudo en el edificio del Casa de la Encomienda y el Palacio Don Diego, mientras en otros edificios particulares de las calles Carrera y Don Rodrigo subsisten las armas de los Jarava y los Salazares, éstos últimos originarios de Navarra. Otros escudos pertenecen a los Tapia Zúñiga o los Mejía Orejón. Muchos de estos escudos constituyen mezclas de familias que se fueron uniendo en parentesco civil, de modo que sus escudos de armas van introduciendo nuevos motivos.

         El Cronista recordó que la nobleza solanera en aquellos tiempos conoció la “dulzura de vivir”, como Talleyrand denomina a los prebendas de la alta aristocracia en temas fiscales y de riquezas materiales como la adquisición de encomiendas, diezmos etc.

         A través de un power point, Paulino Sánchez fue explicando los detalles de cada escudo y el significado de los elementos que lo forman. Para mejor ocasión queda un recorrido en vivo por ellos, proyecto que se tienen en mente.