Alumnos y monitores en la clausura de la Escuela de CRJ                                 Foto: GACETA

          Aurelio Maroto

         Contentos y deseando repetir. Así han terminado los voluntarios de Cruz Roja Juventud encargados de dirigir su primera Escuela de Verano, recién concluida. Los niños, unos 70, también han disfrutado de dos meses de trabajo donde el repaso a las materias comunes del colegio se ha mezclado con manualidades y juegos enfocados a las áreas que la institución impulsa en sus actividades, tales como el medio ambiente, la salud, la educación de género y la participación e inclusión social.

         El bulevar del parque municipal fue escenario de un acto de clausura donde los niños, acompañados por sus padres, recibieron un diploma acreditativo y compartieron con sus monitores un aperitivo a modo de despedida. En declaraciones a los medios locales, el director de CRJ, José María Serrano de la Cruz, hizo una balance altamente positivo del resultado de esta primera escuela “la valoración ha sido excelente, estamos muy contentos y con ganas de repetir el año que viene”.

         La escuela se dividió en 3 grupos por segmentos de edad. Con los pequeños se trabajaban los números y los colores, con los “medianos” sumas y restas, y con los mayores otras materias de más complejidad, pero siempre desde un punto de vista entre didáctico y lúdico. Las manualidades han jugado un papel fundamental, de acuerdo con los bloques que Cruz Roja Juventud trabaja habitualmente. Por ejemplo -decía el director- les enseñaban que con un simple cartón de leche o una botella de plástico se pueden construir juguetes “inculcar respeto al medio ambiente ha sido una de las bases”.

         Una de las monitoras ha sido Ana Isabel Delgado. Ha terminado Bachillerato y comenzará sus estudios en la Universidad, y este verano ha sido muy especial para ella “he vivido una experiencia muy buena, los niños son fantásticos y les tomas cariño”. Una encuesta interna destinada a los padres ha dado resultados rotundos “todos quieren que el año que viene repitamos y nos dicen que sus hijos volverán a participar”. Eso sí, CRJ buscará otro local. Aunque agradecen profundamente al Ayuntamiento la cesión de la Casa de la Encomienda, prefieren un edificio en planta baja, sin escaleras, teniendo en cuenta el trasiego constante y la inquietud de los colegiales.

         Ahora, los voluntarios preparan las próximas actividades, que serán las celebraciones de los días internacionales de la alimentación y erradicación de la pobreza, derechos del niño, violencia de género y sida, durante los meses de octubre, noviembre y diciembre.