
La plantilla posa segundos antes de enfrentarse al Munera Foto: GACETA
Aurelio Maroto
La Solana: Toni Huertas, Juli, Jose López, Sancho, Colchón, José Pedro, Almarcha, Capelo, Michel, Juanmi y Javi Núñez. En la segunda parte salieron Juande, Pitu e Inti.
Munera: Ñoño, Juanma, Charli, Emilio, Aroca, Castillo, Juan Antonio, Panta, Félix, Escribano y Killo. En la reanudación salieron Gato, Miguel Ángel, Borja y Chucho.
Árbitro: Pacheco Lozano. Demasiado permisivo. Amonestó al local Javi Núñez y a los visitantes Juanma y Charli.
Goles: 1-0 m.34 Capelo, de penalti
1-1 m.57 Emilio
1-2 m.59 Escribano
Incidencias: Tarde calurosa en La Moheda. Unos 200 espectadores. Césped natural en regulares condiciones.
Comentario: Cómo se puede perder un partido que dominas, controlas y en el que, encima, das primero. La respuesta es sencilla: con un par de despistes, demasiado perdón arriba y una pizca, o mucha, de mala suerte. Así perdió La Solana en su debut liguero frente al Munera.
La decepción fue mayúscula por que el encuentro, aunque sin excesivo brillo, era netamente amarillo. La primera parte fue casi un monólogo local. Ángel Izquierdo pobló muchísimo el medio centro en busca de superioridad, aunque con rendimiento irregular. Juanmi no apareció en un lugar que le es extraño y Almarcha careció de enganche con la delantera. Tan sólo José Pedro, que sólo tenía ojos para Capelo, y Jose López, mantenían el tipo ante un Munera bien posicionado pero sin presencia arriba.
Al cuarto de hora llegó la primera conexión entre José Pedro y Capelo, pero el palo repelió el disparo de este último. Tres minutos después, Colchón se interna pero Ñoño saca una mano in-extremis. El gol tenía que llegar como llegó, en un balón entre líneas a Capelo, que fue derribado claramente por el meta. Él mismo engañó a Ñoño desde los once metros.
La Solana parecía tenerlo todo bajo control en la reanudación, máxime cuando José Pedro estrella en el palo, uno más, un saque de falta a los nueve minutos. Pero el Munera se encontró a continuación con dos golpes de suerte, aderezados con algún despiste defensivo. A los doce minutos, Emilio se encuentro un rechace de Huertas y fusila el empate. Y dos minutos después, otro rechace dentro del área lo empalma Escribano a la red.
Quedaba media hora larga, pero La Solana se enredó en su desgracia y fue incapaz de despejar su mente. Aún así, Capelo tuvo un mano a mano con Gato y Colchón un remate franco en el área pequeña. Inútil. Los amarillos parecían condenados a una derrota muy dolorosa por la forma de producirse. Hacía casi un año que La Solana no perdía en La Moheda.