
Un momento del espectáculo en la Plaza Mayor Foto: GACETA
Paulino Sánchez
Dentro de las actividades organizadas por los grupos locales de JMJ, para ofrecer a todos los solaneros y a los visitantes franceses, la Plaza Mayor registró un lleno completo para contemplar el espectáculo denominado “Hablán las piedras”, en el que se fueron sucediendo la zarzuela, el mimo, así como las proyecciones en las piedras de la parroquia de Santa Catalina y finalmente la irrupción de un numeroso grupo de bailarines.
A lo largo de más de una hora el espectáculo que se ofreció a las personas que llenaban la Plaza Mayor y en el que se encontraban en lugar preferente los franceses de la JMJ que conviven unos días con los solaneros, fueron testigos de actividades que se iniciaron con un saludo en francés.
Seguidamente fueron desfilando diferentes actividades por el escenario colocado en esta ocasión delante de la parroquia de Santa Catalina. En primer lugar subieron al escenario un grupo de componentes de la ACAZ, que interpretaron acompañados al piano por Mariela Blanco diferentes fragmentos de la zarzuela “La Rosa del Azafrán”, desde el preludio a escenas como “La escalera”, “Las espigadoras” o “El Sembrador” se ofrecieron a los asistentes.
Posteriormente subía al escenario un grupo de jóvenes, que acompañados de una iluminación especial, utilizando el mimo y acompañándose de proyección con frases en francés y español sobre la fachada del templo, escenificaron diferentes momentos de la vida de Jesús desde su nacimiento a la Resurrección.
En ese momento se proyectaron asimismo en los muros imágenes del momento en el que Jesús dejó el Sepulcro, irrumpiendo en ese momento a la Plaza numerosos chica, chicos y otros mayores, pertenecientes a los grupos de baile de Alfonsa Vinuesa, que movilizaron a otros muchos en ese baile de alegría, acompañados por la música que inundaba el recinto.
Pero además los muros de Santa Catalina ofrecieron diferentes aspectos relacionados con la vida parroquial, tanto del templo, así como de las obras que en los últimos años se han realizado en el mismo. Pero asimismo se ofrecían otras muchas imágenes de las actividades parroquiales, desde los grupos de Cáritas, a los animadores juveniles, pasando por las Monjas de clausura o todo tipo de grupos que dan vida, día a día, a la parroquia.
Así lo señalaba el sacerdote responsable de la pastoral juvenil, el sacerdote Oscar Casas, quien destacaba el esfuerzo que habían realizado tantas personas para sacar adelante esta actividad. No obstante se mostraba muy satisfecho de la respuesta dada con una Plaza Mayor completamente abarrotada de público.
Igualmente destacaba Casas que los numerosos bares de la Plaza, que instalan sus mesas y sillas, habían tenido la idea de colocar velones de cera en las mesas, cuando se apagaron las luces para la celebración del espectáculo, lo que daba al recinto una imagen especial.
Vigilia en la Iglesia
Una Vigilia denominada “Yo camino”, organizada con motivo de la JMJ, se celebró en la parroquia de Santa Catalina, teniendo como protagonista primero a Santiago Apóstol y luego al Santísimo, como luz del mundo.
Para la celebración de esta Vigilia se descendió desde su hornacina del retablo del altar mayor la imagen de Santiago, que se colocó en un altar lateral dentro de un arco, así como dos grandes banderolas blancas con la cruz roja de la Orden de Santiago, mientras que el templo se encontraba en semipenumbra iluminado el altar mayor con un fondo de estrellas que simulaban el Compostela gallego.
La Vigilia comenzó precisamente con la entrada, desde el fondo del templo, de unos jóvenes que con sus capas negras, farol y bordones de peregrinos, se dirigieron al altar donde se encontraba la imagen de Santiago, para dar uno de ellos joven francés de los que se hospedan en la localidad, el abrazo al Apóstol como símbolo del resto de los jóvenes peregrinos.
El coro preparado para esta celebración, dirigido por el sacerdote Oscar Casas, ofreció a lo largo de la celebración y contando con acompañamiento de instrumentos de viento y cuerda, diversas composiciones comenzando por alguna de la época medieval.
Tras una serie de lecturas y salmos, realizados tanto en español como en francés, se daba paso a la presencia del Santísimo en la Custodia, portada desde el fondo del templo por el párroco de Santa Catalina Benjamín Rey, que por el pasillo central se dirigió acompañado por luces portadas por jóvenes hasta el altar mayor.
Antes de concluir la vigilia uno de los sacerdotes franceses que acompañan a los jóvenes peregrinos dirigía unas palabras de agradecimiento a las personas que les acogen estos días en la localidad.