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IES_Modesto_Navarro_Grease
Cartel anunciador del musical

     Paulino Sánchez

    Con muchas novedades, entre ellas la aparición de un coche auténtico en el escenario, así como la interactividad entre actores y espectadores, han representado un total de 32 alumnos del Instituto Modesto Navarro el musical “Grease”, tercer año consecutivo en el que llevan a los escenarios del Teatro Tomás Barrera una obra de este tipo.

   Tanto la directora, Nieves Rodríguez, que es profesora de música del centro, como los alumnos Manuel Hidalgo Marqués, que interpreta el papel de Putzie y Javier Labajo Antequera que da vida a Dany Zuko, se mostraban muy satisfechos del trabajo que estaban realizando, aunque con los lógicos nervios a la hora del estreno.

  Aunque es el tercer año en el que levan al escenario un musical, añadían que los nervios de última hora no se pueden evitar, ya que este año cuentan con muchas novedades, como son las canciones de una parte que realizan en directo, ya que cuentan con una banda que las interpreta directamente.

  Otra de las novedades es la interactividad de los actores con el público, ya que los espectadores no se limitarán a quedarse sentados en sus butacas para contemplar la actuación, sino que además serán obligados a participar.

   Otra de las novedades es la del coche que aparecerá en escena, algo que parecía improbable hace pocas fechas, pero que finalmente ha sido posible incorporarlo y hará posible que se cante encima del mismo. En cuanto a las actrices y actores, señalaban que repiten algunos, otros son nuevos, por lo que el espectáculo se va renovando continuamente, incorporando  a nueva gente.

    Añadían que han visto diversos vídeos sobre el musical, reconociendo la dificultad que tiene el poder reunir a  la mayor parte de la gente para poder realizar los ensayos programados, al ser tantas las personas que participan en el espectáculo.

  Añaden que las coreografías son originales y en cuanto a la parte que les gusta más, señalaban que el final de la obra es la parte más apoteósica de la misma, mientras que la directora reconocía la dificultad de algunos de los números, como el de los angelitos. Por otro lado reconocía que el número en el que los 32 participantes en la obra tienen que subir  todos por la escalinata bailando  es una de las partes más difíciles, reconociendo que es mucho el trabajo que se debe realizar para sacar adelante la obra, aunque señalaba que al final merece la pena el poder escenificarla.

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