
Félix Yáñez -derecha- apuesta por la agricultura ecológica Foto: GACETA
Paulino Sánchez
La viticultura ecológica no para recibir subvenciones, sino como garantía de futuro para el sector. Así defendió el técnico en viticultura y responsable del IVICAM, Félix Yáñez, esta forma de cultivo en una conferencia y posterior cata de vinos organizada por el sindicato COAG-Iniciativa Rural. El experto añadió que “buena parte de la viticultura y olivicultura solanera se puede considerar ecológica per se”.
Yáñez ofreció primero una charla en el auditorio del Don Diego, y posteriormente dirigía una cata de vinos ecológicos en uno de los patios de la Casa de la Encomienda, con vinos ecológicos de distintas bodegas de la zona. Precisamente, el presidente local de COAG-IR, Juan Francisco Serrano, adelantaba la posibilidad de que la cooperativa Santa Catalina
La conferencia tuvo dos partes, primero una charla en el auditorio del Don diego, seguida de una cata de vinos de la comarca, en este caso en el patio de la Casa de la Encomienda.
Félix Yáñez señalaba que la viticultura ecológica es realmente la de nuestros abuelos, al no utilizar productos de síntesis como elementos productivos, prescindiendo de insecticidas sintéticos, utilizando otros más naturales, ni empleando fertilizantes de la industria química, pero sí otros minerales que están en la tierra. Eso, añadía, garantiza que lo que se quiere mantener es la estructura social de la producción ligada al terreno y dar respuesta a los productos de consumo sin sustancias que acarreen problemas alimentarios.
Recordó los grandes escándalos alimentarios en España, como el falso de los pepinos españoles, añadiendo que se necesitan elementos de calidad sanitaria y organismos de control para que sean reconocidos por el consumidor, añadiendo que la demanda de productos ecológicos está en alza por los consumidores. Para Yáñez, las condiciones climáticas de la zona son muy favorables y fáciles para su producción y la demanda está en alza desde los países industrializados, donde se ha quintuplicado la demanda. También recordó que Yáñez que el término de La Solana puede considerar ecológico en, aproximadamente, un cincuenta por ciento, ya que lo que se le adiciona al terreno es estiércol de ganadería extensiva.
En cuanto a lo que se tiene que hacer para que un terreno sea considerado como ecológico, añadía que tienen que pasar dos años provisionales de para que la tierra vaya produciendo de manera natural y a partir de ese momento producirlo y comercializarlo, abriendo caminos de promoción. Añadía que teniendo en cuenta las dificultades de ese cultivo, la administración apoya desde Bruselas con subvenciones a este tipo de producción, aunque considera que se lo hace sólo porque hay una subvencion y no porque sea una acción de futuro y eficacia social nos equivocaremos sin duda alguna.