Las motos custom llenaron de colorido la Plaza Mayor                                                   Foto: GACETA

         Aurelio Maroto

         Para un profano puede parecer un exceso, y en realidad, tal vez lo sea, pero no para un motero custom “escuchar su motor es la quinta sinfonía de Beethowen”. Son palabras de Juan Andujar, presidente de la Asociación de Motos Custom “Los Hurones” de Membrilla, que el domingo logró congregar casi 200 máquinas en una concentración que tuvo parada y fonda en la Plaza Mayor de La Solana.

         Llegaron con toda su parafernalia. Cazadoras de cuero, chalecos, guantes, pines, pañuelos al cuello, o a la cabeza… y siempre de negro. Una estética muy particular, aunque inherente al motero custom desde que se sube a lomos de su primera máquina. Venía gente de Murcia, Jaén, Baeza, Alcoy, Madrid, y también de poblaciones vecinas como Valdepeñas, Membrilla, La Solana o Manzanares.

El presidente de “Los Hurones” no ocultó su satisfacción por el gran despliegue conseguido. Mientras muchos curiosos miraban con admiración, o con incredulidad, las motos y a sus dueños, Andujar explicaba a Radio Horizonte el objetivo de esta concentración “se trata de que los moteros visiten otros sitios y esta plaza merece la pena”. Era mañana de comuniones y las corbatas proliferaban alrededor. El contraste con la indumentaria custom llamaba la atención “el motero custom no va con traje, sino con ropa negra, pines y pañuelo; es nuestra forma de vestir” –decía Luis Ángel López de la Manzanara-, socio del club y abogado de profesión, por tanto acostumbrado a la etiqueta. Subir en la custom es una liberación en cierto sentido para ellos. Les gusta rodar y rodar por las carreteras de España “es una moto para pasear, para hacer muchos kilómetros de manera relajada mientras disfrutas del paisaje”.

Luis Ángel es aficionado a este tipo de motos desde que era muy joven, pero compró su primera custom hace sólo tres años. Y aclara que la estética que exhiben no debe confundir “el ambiente es muy sano, en contra de lo que alguno pueda pensar al vernos vestidos así; somos gente normal y corriente que no salimos a hacer el imbécil con la moto. Que nadie se equivoque”.