Aspecto de la parroquia de Santa Catalina a la llegada de los niños-peregrinos Foto: GACETA
Aurelio Maroto
El denominado “Caminillo de Santiago” movilizó a casi 400 escolares en su segundo año de vida. Alumnos de los colegios Romero Peña, Federico Romero, Javier Paulino, y del IES Clara Campoamor, disfrutaron de su particular peregrinación, organizada por la Hermandad de Santiago, en colaboración con los centros educativos.
Durante tres horas, los colegiales recorrieron las etapas previstas para la ocasión. Salieron de la explanada del Mercado Municipal, donde fueron obsequiados con una gorra identificativa, para dirigirse a la ermita más cercana, la de Santa Quiteria. Allí fueron recibidos por la Hermandad del Santo Sepulcro, que selló sus acreditaciones. El Cronista de la Villa, Paulino Sánchez, explicó brevemente la historia del templo, al igual que en el resto de estaciones. La siguiente fue la pequeña ermita del Calvario, donde esperaban directivos de la Hermandad de la Virgen de las Angustias, que también selló las acreditaciones. A continuación visitaron la parroquia de San Juan Bautista de la Concepción, donde fueron atendidos por la Hermandad de Jesús Rescatado, que también dio fe del paso de los peregrinos mediante su sello oficial.
El caminillo terminó en la parroquia de Santa Catalina, donde esperaba el momento culminante: poder abrazar al Apóstol. Para ello, la imagen de Santiago Peregrino fue bajada de su hornacina en el retablo. Antes, el párroco Benjamín Rey explicó brevemente el sentido de esta actividad y les animó a seguir el ejemplo del patrono de España y de La Solana. Varios colegiales subieron para leer algunas notas en las que expresaban sus sensaciones durante el curso, con momentos buenos y menos buenos, así como sus deseos para este verano y en adelante.
Una larga fila de chavales fue pasando por detrás del Apóstol para abrazarle, besarle y demostrarle su fidelidad como peregrinos. A la salida del templo, la Hermandad de Santiago selló la última credencial que acreditaba la finalización del caminillo.
El presidente de la cofradía organizadora, Juan Rodríguez-Rabadán, expresó su satisfacción por la gran acogida de esta actividad, que comenzó como una experiencia puntual y se está convirtiendo en un clásico, a pesar de que sólo tiene dos años de vida “esto va creciendo y habrá que potenciarlo más con el tiempo”. El presidente avanzó la idea de ampliar el caminillo a las ermitas de San Isidro y San Antón, que se encuentran fuera del casco urbano, aunque todavía es un proyecto. Es más, también se piensa ofrecer esta actividad a personas de otra edad. El objetivo final es que el “Caminillo de Santiago” siga adelante.