
Los tres candidatos momentos antes de iniciar el debate Foto: GACETA
Aurelio Maroto
El esperado debate electoral a tres bandas se deslizó como la seda. Lejos de buscar el cuerpo a cuerpo, los canidatos se limitaron a exponer sus propuestas y evitaron en lo posible la guerra dialéctica, al margen de algunos reproches en forma de réplica, pero sin profundizar. A partir de ahí, Luis Díaz-Cacho, Francisco Nieto y Bernardo Peinado fueron alumnos aplicados y su disciplina a la hora de cumplir los tiempos establecidos fue destacada por el moderador, Paulino Sánchez, que en ningún momento tuvo que lidiar más allá de ejercer un control de los turnos y sus tiempos.
Plano general del escenario durante el debate Foto: GACETA
En resumidas cuentas, el debate transcurrió bajo los cánones del respeto y la educación, sin excluir la crítica a las políticas de unos y otros, pero sin lenguajes vehementes ni acusaciones gruesas. En fin, ganó la democracia por que los tres tuvieron las mismas oportunidades de exhibir sus programas y sus talantes ante los ciudadanos. Ellos decidirán el domingo.