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José María Romero de Ávila durante el pregón                                                   Foto: GACETA

Gabriel Jaime

La figura de María centró el pregón de Semana Santa 2011 con un recorrido por la vida, muerte y resurrección de su hijo desde la perspectiva de la madre. José María Romero de Ávila anunció la Semana de Pasión con un elaborado texto donde destacó el importante papel de la madre, quedando patente su compromiso como creyente que le ha convertido en el pregonero más joven de la historia solanera.

El Teatro Tomás Barrera volvió a ser la referencia para la celebración del acto que da inicio oficialmente a la Semana Santa. Numerosas personas asistieron al pregón organizado por la Junta de Hermandades de Pasión y todos salieron encantados tras escuchar al protagonista de la noche que se llevó una grandiosa y cerrada ovación tras pronunciar su mensaje.

Sobre el escenario y junto a los estandartes de las cofradías, se sentaron los presidentes de las mismas y a la vez componentes de la Junta de Hermandades de Pasión. Así tomaron asiento el Presidente de la Junta de Hermandades de Pasión y Presidente de la Cofradía del Santo Sepulcro y Soledad de la Virgen, José Merino; el Vicepresidente y Presidente de la Cofradía de la Esclavitud de Jesús Rescatado, Francisco Nieto Montoya; el Tesorero y Presidente de la Hermandad de la Vera Cruz y Virgen de la Esperanza, Pedro Marín Chaparro; y el Secretario y Presidente de la Hermandad de las Angustias, Antonio Torres. Junto a ellos el párroco de Santa Catalina, Benjamín Rey y el alcalde solanero Diego García-Abadillo.

Un año más, el hilo conductor del acto corrió a cargo del periodista Paulino Sánchez que habló de los misterios que se conmemoran durante estos días, recordando una parte muy importante de nuestra historia. El presentador también realizó una semblanza del pregonero en la que destacó sobretodo su compromiso como creyente, además de su colaboración desinteresada en Juventudes Marianas Vicencianas ocupando la presidencia así como de su labor como catequista.

Seguidamente tomó la palabra el pregonero, que a sus veintiséis años se convirtió en la persona más joven en anunciar la Semana de Pasión solanera, lo que consideró un honor y un compromiso. Durante su alocución habló de algunos recuerdos de su niñez y diversas experiencias propias relacionadas con la Semana Santa solanera. El texto fue una completa composición en la que puso a María en el epicentro para destacar la importancia del papel de la madre en historia de la vida, muerte y resurrección de Jesús.

Otro corte del pregón relata la desolación de María en el último momento (a la hora de Nona) con la agonía y muerte de su hijo para terminar con la resurrección. José María Romero de Ávila señaló entonces la circunstancia de que la Virgen se convertiría en la madre y protectora de todos los hombres. El pregonero también sorprendió con una composición poética con unos versos de muchos kilates que llegaron al respetable, en una de las partes más emocionantes según reconoció el propio. Ya en la parte final, Romero de Ávila se mostró muy agradecido con la Junta de Hermandades de Pasión por haberle encomendado la labor de pregonar la Semana Santa, siendo el más joven en hacerlo.

Finalizado el pregón, el protagonista recibió una grandísima ovación de un público totalmente entregado que aplaudió durante un prolongado espacio de tiempo, demostrando así que el texto había cautivado al respetable. El presidente y el vicepresidente de la Junta de Hermandades de Pasión entregaron una placa conmemorativa y un detalle al pregonero posteriormente.

Finalizada su intervención, Romero de Ávila reconoció haberse quitado un peso de encima, indicando que esta Semana Santa será más tranquila después de haber preparado a conciencia este pregón. Aseguró que tenía una gran responsabilidad por el ser el pregonero más joven, pero demostró su compromiso como creyente para elaborar esa composición que centralizó en la madre.

Así finalizó el pregón pero no el acto que en su segunda parte contó con la actuación de la Escuela Municipal de Música para interpretar diversas marchas procesionales. El conjunto dirigido por su director Ángel Sancho Moraga puso las notas musicales a la velada con la ejecutando las partituras de “Mektub”, “Cristo de la Agonía” y “Cristo de las Aguas”, para finalizar con la archiconocida y popular partitura de “La Saeta” con la que puso fin a su actuación y al acto en general.


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