José Carlos golpea el balón durante el partido de ayer                                                                     Foto: GACETA

Aurelio Maroto

La Solana: Cobos, Juli, Javi Núñez, Araque, Juande, José Carlos, José Pedro, Almarcha, Capelo, Míchel y Rafa Cortés. En la segunda parte salieron David Sevilla, Matías, Cíber y Pitu.

Manchego P.: Peque, Jorge, Floren, Diego, Juancar, Jesús Sevilla, Chechu, Montero, Dani, Iordanov y Rodrigo. También jugó Escobar.

Árbitro: Escobar García. Pasó desapercibido en un partido de guante blanco. Amonestó a los visitantes Jorge y Jesús Sevilla.

Goles: 1-0 m.16 José Carlos, desde dentro del área.

2-0 m.36 Capelo, de penalti.

3-0 m.42 Juli, en la boca de gol.

3-1 m.80 Escobar bate por bajo a Cobos.

Incidencias: Tarde soleada en La Moheda. Unos 150 espectadores y césped en mal estado. Minuto de silencio por Basilio Luna, que fuera jugador y después presidente del club en los años 70.

Comentario:

Faltó la tortilla y la pipirrana. La Solana recetó un partido soporífero ante el colista y aburrió al más pintado en una tarde horrible de fútbol. Los aficionados se limitaron a aguantar tralla y entretenerse hablando de cualquier cosa, excepto del partido que creían ver. La razón es que los locales dimitieron de correr y menospreciaron a su rival hasta tal punto que casi terminan pidiendo la hora. El Manchego Provencio demostró su candidez, pero también su orgullo y una enorme dignidad sobre el infame césped de La Moheda.

En realidad, no fue por falta de ocasiones por lo que La Solana deambuló ayer. De hecho, pudo ser una goleada de escándalo, sobre todo si Rafa Cortés no hubiera estado tan gafado. El problema fue la nula motivación de los amarillos, sobrados ante lo que creían un juguete. Se hace difícil recordar un desmarque de ruptura en condiciones, un desdoble o una presión buscando segundas jugadas. El equipo, sencillamente, no corría.

Lo demás son números para la estadística. Por ejemplo el 1-0, tras una falta lateral muy bien enroscada por Juande y enganchada por José Carlos. El segundo fue una genialidad de Capelo, que provocó un claro penalti que él mismo transformó. Y el tercero una buena acción de José Pedro que remató Juli a placer. Así, con un par de chispazos en la primera parte, ganó La Solana al Manchego.

La segunda mitad se resume en dos apuntes. Uno, la reacción visitante ante la indolencia amarilla. Y dos, la negación de Rafa Cortés cara al gol. Pero no hay mucho que objetar al héroe de tantas tardes. Ayer, precisamente, daba más o menos igual. Como da más o menos igual ampliar esta crónica. No merece la pena.