Aurelio Maroto
El duelo del domingo en La Moheda entre La Solana y Puertollano B marca la atención deportiva en la agenda del fin de semana para nuestros clubes federados. Los amarillos reciben al gallito del grupo, líder hasta la semana pasada, en un buen momento. Llevan cuatro partidos consecutivos sin perder y la llegada del portero Huertas ha dado seguridad al equipo. Ya se vio el domingo pasado con ese 0-1 en Villamalea.
Pero el partido será ciertamente complicado. El Puertollano B ha partido el bacalao hasta hace una semana con resultados solventes y unos números extraordinarios. Pero el sábado pasado perdió contra pronóstico por 3-5 frente al Zona 5, derrota que habrá escodido al filial puertollanero. En todo caso, el nivel y rendimiento de los equipos filiales siempre son una incógnita. Para el domigo, el técnico solanero, Ángel Izquierdo, no podrá contar con el centrocampista José Carlos, baja sensible, ni con los también lesionados Pitu y Juande, dos laterales que tendrán sustitutos en Javi Núñez y Mini. El resto se encuentran en buenas condiciones y motivados para afrontar el partido, que comenzará a las 4,30 en La Moheda.
Por su parte, el FS La Solana viaja a Olías del Rey con la depresión por bandera. Las sensaciones en el seno del equipo no son nada buenas y el técnico, Fernando Mena, no lo oculta. Las últimas derrotas en casa han cercenado las posibilidades de permanencia, que comienzan a ser mínimas, y el nivel físico y mental de varios jugadores es sencillamente desastroso. Con todo, el entrenador infanteño no arroja la toalla... de momento. Es posible que el club espere hasta el final de la primera vuelta, que será en enero contra el Manzanares en casa, para tomar una solución. Y ésta pasa, irremediablemente, por dar libertad a cada jugador para marcharse, o seguir ayudando al club hasta el final a cambio de nada, o muy poco. Será entonces cuando se vea qué jugadores realmente sienten compromiso por este club.
Mejor van las cosas en el Promociones Renova Uno de baloncesto, que este sábado juega en Albacete contra el Grupo Aimab. Tres victorias consecutiva y cuatro en los últimos cinco encuentros han desatado el optimismo y la ilusión en el seno de un equipo que hace apenas un mes navegaba a la deriva. La tropa de Ángel Crespo es ahora un equipo nuevo, mentalmente fuerte y físicamente también. Veremos si son capaces de acabar el año poniendo la guinda al reciente pastel que están cocinando.