Gabriel Jaime
El Palacio Don Diego acoge durante el Festival de Cine y Vino “Ciudad de La Solana” una muestra de enopintura a través de diversas obras de la artista argentina Nora López Millán. Los cuadros tienen una técnica que no está muy divulgada según reconoce la propia pintora, aunque han recibido una extraordinaria acogida por todos los lugares donde han pasado.
Por eso, la autora ha querido enseñar su forma de trabajar a través de unos talleres para todos los que se han interesado por estas obras de arte cuya materia prima es el vino. Esta técnica fue descubierta por accidente, ya que solía pintar siempre en horizontal sobre una mesa, hasta que un día se le cayó una copa de vino sobre un cuadro y comenzó a trabajar con este material.
Las posibilidades de matices y gamas de color son muy amplias, así como las diversas texturas y formas que, combinadas sobre el lienzo, permiten expresarse con libertad. Estas pinturas están enmarcadas en duelas de barrica de roble, continuando así el ilimitado proceso del vino presente una vez más en nuestra cultura.
A través del taller de enopintura, Nora López presentó en primer lugar las diferentes texturas y los diferentes colores. Escogiendo un vino y utilizándolo directamente sobre los cuadros, es lo mismo que usar una acuarela, consiguiendo unos tonos grises. De igual forma, al mezclar ese vino con un barniz orgánico a base de aceite de la leche y esencia de pino y naranja, se conseguirá la textura de la témpera con unos colores rosa-lila. Si esto se junta con el fondo de la barrica obtendremos unos marrones más profundos y una forma de trabajar parecida al óleo. No hay más secretos y así lo corroboraron las participantes en el taller, que descubrieron otra forma de pintar… con vino.