Nueva directiva tras la asamblea general Foto: GACETA
Aurelio Maroto
Pedro Ignacio Salcedo afronta un nuevo mandato al frente de la Cooperativa del Pan Rosa del Azafrán “con la misma ilusión que cuando empecé”. Así lo expresó tras la asamblea general celebrada este domingo en la propia panadería, una cita muy concurrida donde los socios participaron en el tradicional sorteo de regalos previo a la Navidad y compartieron un aperitivo en un ambiente marcado por la cercanía y la cordialidad. El respaldo recibido renueva su compromiso: “Me sentía comprometido con esta cooperativa, con la junta directiva, con los socios y con los mismos profesionales que la mantienen. Les dije que siguieran contando conmigo”.
Salcedo reconoció que su continuidad llega tras “dos años por motivos profesionales en blanco”, aunque asegura que no le supone esfuerzo retomar el trabajo: “No me cuesta seguir con este empeño y con la ilusión de que esta cooperativa siga brindando el producto que produce”. Durante la asamblea, los socios también conocieron los desafíos del próximo cuatrienio, un horizonte que el presidente observa con moderado optimismo. “Aquí no hay demasiados sobresaltos”, señaló, aunque admitió que la subida de los costes de producción y de los salarios, junto a la presión fiscal, condicionará la evolución del precio del pan.
Otro reto importante es la falta de personal cualificado en el sector panadero. “Ya no hay profesionales para hacer estos productos”, lamentó. La nocturnidad y las exigencias del oficio dificultan la estabilidad de la plantilla, sobre todo en la gente joven: “Los que hay no duran mucho tiempo, se cansan y vamos renovando”. Aun así, la cooperativa mantiene un flujo constante de solicitudes y acaba de incorporar a un joven en quien Salcedo deposita mucha confianza: “Se le ve con ganas y con ilusión; tiempo al tiempo”.
Equilibrio financiero
En cuanto al balance del último mandato, el presidente se mostró satisfecho. La prioridad era “sanear” la cooperativa y lograr equilibrio financiero, un propósito que cree cumplido gracias, en parte, a la ausencia de averías o contratiempos graves. “Entramos con unos números que hemos mejorado”, afirmó. Y añadió una reflexión que marca la línea a seguir: “No se pueden hacer grandes inversiones, primero porque no son necesarias y luego porque no nos lo podemos permitir”.