
Un niño dirige simbólicamente la banda durante el concierto didáctico Foto: GACETA
Aurelio Maroto
El Teatro Tomás Barrera volvió a registrar una gran entrada de público para asistir al tradicional concierto didáctico de Santa Cecilia, organizado por la Banda Municipal de Música. Familias enteras, con muchos niños en el patio de butacas, siguieron un recital que busca divertir, entretener y enseñar, una trilogía que volvió a cumplirse gracias al buen hacer de la veterana agrupación, bajo la dirección de Ángel Sancho Moraga. “Siempre digo que en música no existe nada perfecto, pero ha salido todo bastante bien”, declaró a Radio Horizonte. Y lo cierto es que la velada tuvo ese brillo especial que surge cuando la música se mezcla con la pedagogía y el público responde con entusiasmo.
El programa abrió con un viaje a México a través del Danzón, “una obra catalogada como la primera o segunda mejor de toda la historia de la música mexicana”, recordó Sancho. La pieza, de cierta dificultad melódica y rítmica, fue defendida con solidez por la banda, que logró captar la atención de los jóvenes espectadores desde los primeros compases. Tras ese arranque, llegó el turno del cine: primero La La Land, acompañada por imágenes de la película, y después la mítica Toy Story, también ilustrada con proyecciones y nominada igualmente a los premios de Óscar.
Uno de los momentos más pedagógicos del concierto llegó con la exposición de los instrumentos. La banda fue desgranando, uno a uno, los secretos del viento madera, el viento metal y la percusión. El propio público se convirtió entonces en protagonista, ya que salieron varios niños a dirigir la banda. Ángel Sancho cedió simbólicamente la batuta y celebró la participación espontánea y divertida de los colegiales al frente de un fragmento de Piratas del Caribe. A ello siguió la entrega de un reconocimiento a Pilar de la Torre, que cumple 25 años en la banda.

Cayetano Serrano exhibe el papel del bajo Foto: GACETA
El cierre del concierto fue una sorprendente fusión entre lo clásico y lo popular: la eterna Quinta Sinfonía de Beethoven enlazada con el vibrante Mambo nº 5 de Pérez Prado. “Pienso que ha disfrutado la gente con nosotros y nosotros con la gente, porque la verdad es que han estado a la altura”, afirmó Sancho, visiblemente orgulloso. Antes de despedirse, quiso dedicar un agradecimiento especial a Gabriel Jaime, periodista de Radio Horizonte y uno de los saxofones más veteranos de la banda: “Ha sido el conductor de todo el acto y no es fácil hacerlo”.