
Luisa Márqueza, en una visita a una obra anterior en la calle Severo Ochoa Foto: GACETA (archivo)
Aurelio Maroto
La alcaldesa de La Solana, Luisa Márquez, ha defendido la compleja intervención que el Ayuntamiento está acometiendo en varias calles del municipio para renovar redes de abastecimiento y eliminar tuberías de fibrocemento, un material prohibido desde 2006. En una entrevista concedida a Radio Horizonte, la regidora ha explicado el alcance de las obras en Don Rodrigo y Rasillo del Santo, los dos frentes abiertos actualmente y que obligarán a cortes de agua. “Son actuaciones molestas, pero imprescindibles para la salud pública y para el rendimiento de la red”, ha resumido.
Márquez ha avanzado que este lunes se celebrará una reunión técnica clave a primera hora de la mañana, con presencia del director facultativo municipal, responsables de las empresas adjudicatarias y técnicos de Aqualia, concesionaria del servicio de agua. De ese encuentro deberá salir la fecha definitiva de los cortes, que previsiblemente podrían comenzar el martes si todas las partes dan el visto bueno. “Cuando tengamos confirmación, lo comunicaremos con precisión. Hay que hacer pedagogía y avisar con tiempo para que la ciudadanía pueda prever acopio de agua”, ha dicho.
La regidora ha puesto el acento en la enorme dificultad técnica de las conexiones previstas, especialmente en Rasillo del Santo. A diferencia de Don Rodrigo —donde solo es necesaria una unión con la calle Carrera—, esta zona acumula hasta siete empalmes distintos con calles como Vicente Barrera, Isaac Peral o Arapiles. Cada una de esas conexiones exige vaciar amplios sectores de la red, instalar piezas específicas, apuntalarlas, comprobar cambios de dirección y realizar posteriormente una carga lenta del sistema. “No es encajar una pieza y ya está. Es un trabajo muy delicado en el que pueden surgir problemas, y cualquier fuga obliga a empezar de cero”, insiste.
750.000 euros invertidos en dos años
Subraya que el Ayuntamiento ha invertido ya 750.000 euros en la renovación de redes en solo 28 meses, retirando cerca de 3 kilómetros de fibrocemento de los veinte detectados al inicio del mandato. Un esfuerzo que, según ha destacado, contrasta con la falta de actuaciones en legislaturas anteriores. “Enterrar dinero no es agradable políticamente, pero es lo responsable. No podíamos mirar hacia otro lado”. Gracias a estas obras –dice- La Solana ha ganado ya un punto de rendimiento en el abastecimiento: de cada diez litros que salen de los depósitos, antes se perdían casi cinco y medio; ahora, cuatro y medio. “Un punto puede parecer poco, pero en millones de litros es una barbaridad”. La alcaldesa también ha adelantado que la estrategia continuará en 2025. El Ayuntamiento ya trabaja en nuevas memorias para actuar en zonas con alta incidencia de averías y en calles con acerados deteriorados.
Avenida del Deporte, un ‘punto negro’
Además, ha alertado de la situación crítica en Avenida del Deporte, donde un colector mal dimensionado provoca reboses en episodios de lluvia intensa, incluso sin ser intensa. ES una auténtica patata caliente que colea desde hace muchos años. Para corregirlo, el Ayuntamiento ya cuenta con una resolución provisional de fondos europeos por valor de 800.000 euros (fondos EDIL), pendiente aún de resolución definitiva por parte del Ministerio, al que ha pedido una mayor implicación.
Finalmente, Luisa Márquez ha pedido paciencia a los vecinos, comerciantes y familias afectadas por los cortes y por el impacto sobre la movilidad. “Estamos haciendo obras de verdad, no parches. Y cuando se hacen bien, se notará durante décadas”, concluyó. Lo demás –ha añadido- es pan para hoy y hambre para mañana.