
Vicente Fernández-Espartero durante su charla Foto: GACETA
Aurelio Maroto
El aula San Juan de Ávila de la Casa de la Iglesia acogió este martes la apertura de las XV Jornadas Santiaguistas, organizadas por la hermandad del Apóstol en La Solana. El ciclo de conferencias arrancó con sacerdote Vicente Fernández-Espartero González-Mohíno, párroco de la Unidad Pastoral ‘Montiel, Almedina y Villamanrique’, que disertó sobre La Vicaría de Montiel y su relación con La Solana. El acto, que contó con mucho público, fue presentado por el vicepresidente de la cofradía, Diego Martín-Albo.
En declaraciones previas, el párroco admitió que no hay mucha información sobre el tema en cuestión, pero sí destacó el profundo nexo histórico que une a La Solana con la antigua Vicaría de Montiel, “tan antigua como la propia institución de la Orden de Santiago”, declaró. El sacerdote recordó que recién fundada la Orden, organizó su estructura territorial en cinco vicarías, una de ellas la de Montiel. “Cuando La Solana surgió, primero como aldea de Alhambra y luego como municipio independiente, siempre estuvo bajo la jurisdicción eclesiástica de la Vicaría de Montiel”. Esa dependencia espiritual marcó el devenir religioso y social de la localidad durante siglos. “Era una jurisdicción eclesiástica independiente de las encomiendas, aunque lo religioso y lo civil estaban entonces muy entremezclados”, añadió.

Mucho público en el aula San Juan de Ávila Foto: GACETA
Durante su investigación, Fernández-Espartero se topó con documentos curiosos y poco conocidos. “He encontrado pleitos entre la Vicaría de Montiel y algunos clérigos de pueblos como Membrilla, La Solana o Villamanrique”, relató. Uno de esos casos, fechado en 1574, implicaba a un sacerdote solanero con varios enfrentamientos judiciales, “por cuestiones de conducta y hasta por amenazas con espada”, detalló con tono entre académico y anecdótico. El conferenciante contó también los sucesivos traslados de la sede vicaria: primero en Montiel, luego en Membrilla tras la destrucción del castillo, y más tarde en Villanueva de los Infantes, cuando esta población superó en importancia a Montiel. “En esas idas y venidas se aprecia la vitalidad de una institución que vertebró espiritualmente todo el Campo de Montiel durante siglos”, subrayó.
Finalmente, el párroco recordó que la Orden de Santiago no solo tuvo una misión militar, sino también evangelizadora. “La Vicaría de Montiel dio unidad religiosa a toda la comarca, supervisando iglesias, nombramientos y obras parroquiales”, explicó.
La conferencia sirvió así para rescatar del olvido un capítulo interesante de la historia religiosa de La Solana, íntimamente ligada a la Orden de Santiago y a la identidad del Campo de Montiel.