La pregonera elaboró un texto didáctico y lleno de sentimiento Foto: GACETA
Gabriel Jaime
Inmaculada Navarro García-Cervigón ofreció una visión muy personal de la Semana de Pasión desde varios puntos de vista distintos en el pregón oficial. Habló de cuatro Semanas Santas diferentes: La original de Jesús, la de la calle, la de los templos y aquellas de sufrimiento que se producen cada día en diferentes partes del mundo. El acto organizado por la Junta de Hermandades de Pasión, congregó a numeroso público en el teatro Tomás Barrera y finalizó con un concierto de marchas procesionales a cargo de la Escuela Municipal de Música.
La víspera del Domingo de Ramos volvió a ser la fecha elegida en La Solana para anunciar la pasión, muerte y resurrección de Jesús. La palabra y la música servirían para arrancar unos intensos días en torno a aquellos misterios que cambiaron la historia. El pregón celebraba su cuadragésimo segunda edición y la pregonera se convertiría en la decimotercera mujer que lo protagoniza, según reveló el presentador de la gala, Paulino Sánchez. En su calidad de Cronista Oficial de la Villa, tiró de hemeroteca para recordar el anuncio de la Semana Santa del año 1959 en la localidad, año en el que nació la pregonera de la presente edición. Aquellos datos concretos sirvieron para confeccionar una breve semblanza personal y profesional de la protagonista de la noche.
Paulino Sánchez presentó el acto ante los representantes de las cofradías, clero y autoridades Foto: GACETA
Inmaculada Navarro confesó sentirse orgullosa de pregonar la Semana Santa solanera, un privilegio lleno de responsabilidad al que puso corazón y cariño, según señaló, y donde tuvo siempre presente a su familia. En declaraciones previas a Radio Horizonte, habló del pregón como de “una expresión muy personal de cómo ve la Semana Santa con un toque didáctico”. Al respecto, dijo que había preparado un texto con cuatro puntos de vista distintos en torno a cuatro Semanas Santas diferentes: “Está la Semana Santa de la calle. También existe la de la liturgia y la palabra que se celebra en los templos. Después habría que hablar otras Semanas Santas de tanto sufrimiento, guerras, drogas, etc que hay en el mundo. Y sobre todo, me centro en la Semana Santa de Jesús, la Pasión, que es la más importante de todas”.
Reconoció que estos días serán muy especiales para ella, a pesar de no ser partícipe activa en las procesiones e incluso no vivirlos en La Solana. “Nunca me he puesto una túnica de Semana Santa, pero vivo estos días intensamente”. En cualquier caso, no dudó en quedarse con un momento concreto de estas celebraciones en la localidad. “La salida y entrada de Nuestro Padre Jesús Rescatado lo llevamos en el corazón y te acuerdas de ese momento, estés donde estés”.
Inmaculada recibiendo una placa y un ramo de flores tras culminar su pregón Foto: GACETA
Durante el pregón, hizo un recorrido muy ilustrativo de los últimos días de Jesús, lo que calificó como las primeras procesiones de todas. “A ellas, se referirán todas las demás Semanas Santas de todos los lugares de todos los tiempos”. Después, se detuvo en las Semanas Santas de los templos en todos los rincones del mundo. “La de las comunidades creyentes y las celebraciones litúrgicas donde se hace memoria viva en el corazón de los cristianos”.
En torno a la Semana Santa de las calles, argumentó que Jesús es el protagonista absoluto en las procesiones. “Procesiones que recorrerán las calles de La Solana siendo una catequesis viva, un mostrar a Jesús a cada uno, un anuncio del evangelio en imágenes”. Finalmente, relató la otra Semana Santa que se vive cada día en el mundo. “Con sus procesiones y sus itinerarios, los que marcan el hambre, la guerra, la inmigración y la droga. Sus colores son el rojo de la sangre y el negro de la muerte”. Tampoco faltaron algunas vivencias propias, en un discurso lleno de sentimiento y transmisión. Concluida su intervención, fue obsequiada con una placa conmemorativa y un ramo de flores.
La música se hizo esperar, pero el resultado fue excelente Foto: GACETA
La actuación de la Escuela de Música y Danza ‘Ángel Sancho y Lucía’ amenizó la segunda parte del acto con un magistral concierto de marchas procesionales. El comienzo del recital se dilató en demasía, lo que provocó que el público se impacientara. Los músicos tardaron casi media hora en colocarse y afinar sus instrumentos. El resultado fue una perfecta armonía en el sonido que trasladó a los asistentes a las inminentes procesiones. Bajo la batuta de Ángel Sancho Moraga, interpretaron las partituras tituladas ‘Nuestro Padre Jesús’, ‘Mater mea’, ‘Caridad del Guadalquivir’ y ‘Jesús Nazareno’, concluyendo con la archiconocida marcha ‘La Saeta’ como bis.