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   Las socias en pleno rezo a la cruz de la Asociación de Mujeres

        Aurelio Maroto

      Las cruces de mayo han regresado con fuerza tras la pandemia. Varias asociaciones y cofradías exhiben durante estos días el principal símbolo del cristianismo, rindiendo culto a una tradición que se remonta a tiempo inmemorial. El rezo a la cruz es la culminación diaria de una costumbre que resiste el paso del tiempo. La Asociación de Mujeres de La Solana también ha vestido la cruz en su sede de la calle Carrera, donde las socias o personas que lo deseen podrán cantarle durante varios días.

     En el primer día se citaron una docena de socias, que leyeron los ‘mil Jesús’, una usanza que tiene como objetivo ‘alejar’ el fantasma de las tormentas. Después se iniciaron los rezos, donde la Asociación de Mujeres ha hecho un trabajo de recopilación, que ha quedado plasmado en un libro. En él se recogen cánticos típicos de la cruz de mayo, que de otra manera quizás se hubieran perdido. Esos libros todavía se venden en la misma sede al módico precio de un euro.

     La cruz de este año es bastante sencilla, según reconoció la presidenta de la asociación, Mari Ángeles Torres. “Ya teníamos idea de cambiarla antes de la pandemia y es lo que hemos hecho”. “Es muy sencilla, con unas palomas de la paz, motivos bíblicos, el vino y el pan, y algunos utensilios clásicos”. Serán nueve días de cánticos a la cruz, aunque se podrá visitar durante todo el mes de mayo, a partir de las 5,30 de la tarde.

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