
Los jugadores celebran uno de los goles contra el Herencia Foto: CF La Solana
Aurelio Maroto
Faena de aliño en La Moheda. El CF La Solana no necesitó gran cosa para batir al Herencia, como bien exhibe el 4-0 final. Fue suficiente con un juego de control, seriedad defensiva y acierto arriba para abrochar tres puntos más, doblemente valiosos tras el empate del Manzanares porque estira un poco más la distancia de los amarillos en la cima de la clasificación.
Una vez más, la pegada en los momentos claves del partido, unido a la oxigenación desde el banquillo cuando el equipo lo necesita, hicieron más fácil otro triunfo que, a estas alturas, comienza a valer un potosí. Incluso en los pocos minutos que el rival apretó, todavía en la primera parte, salió al rescate Monreal un par de veces. Para entonces, La Solana ya ganaba 1-0 merced a un claro penalti que Sergio Reyes transformó con solvencia (m.18). A partir de ahí llegaron los mejores minutos del Herencia, que botó dos peligrosas faltas laterales y una de ellas se estrelló en el travesaño. Poco después, se pidió penalti por una supuesta mano en el área amarilla, que el árbitro no concedió. Y cuando más equilibrado estaba el encuentro llegó el segundo zarpazo de Reyes, esta vez metiendo la puntera en el momento justo en un barullo en el área. Gol de cazador el suyo, que dejó KO al rival. Los visitantes ya no se reharían.
La segunda parte fue de control absoluto de La Solana, que jugaba con paciencia en el bloque bajo y medio, con Pirri como maestro de ceremonias, y aguardaba con paciencia la ocasión de encontrar la grieta en la defensa herenciana, cada vez más fracturada. Jesús de la Hoz deleitó con varias carreras marca de la casa por el costado zurdo y Reyes tuvo el hat-trick en un remate franco que escupió el palo derecho de Rodrigo. Javi López tampoco supo aprovechar el rechace.
Sin embargo, parecía cuestión de tiempo que cayera el tercero. Corría el minuto 65 cuando Luque encontró espacio por la derecha y en un alarde de generosidad cedió la gloria a Otman Cabriti, que entraba por el otro palo. Con el partido finiquitado y algo roto, La Solana siguió acumulando ocasiones mientras Kiko Vilches removía el banquillo. Otra vez Cabriti acertó en un mano a mano ante Rodrigo para hacer el 4-0 definitivo (m.80).
Reyes se consolida como el máximo artillero amarillo, de momento con 13 goles
Precisamente los dos goleadores, Reyes y Cabriti, pasaron por el micrófono de Radio Horizonte al término del encuentro. El puertollanero, que ya suma 13 goles, vive feliz de amarillo. “Tenemos que seguir así, siendo conscientes de que podemos pinchar en cualquier campo y teniendo en cuenta que los de atrás no fallan”. “Me encuentro súper bien; somos una piña y vamos todos a una, sobre todo cuando las cosas no salen, que es más importante aún que cuando salen”. Preguntado por la posibilidad de superar los 19 goles que marcó en Puertollano en la temporada 17-18, también en Preferente, asume el desafío y destaca el papel de sus compañeros. “Para eso tienes que tener compañeros que te la den y te entiendas con ellos, y todo se está dando muy bien; ojalá pueda superar esos diecinueve goles”.
Otman Cabriti -6 goles- en una imagen de archivo
En parecidos términos se expresó Cabriti. El espigado delantero de Granollers hizo doblete y ya suma 6 goles. Sin embargo, su rol no es el mismo que el de Reyes, ya que mezcla grandes apariciones con actuaciones más grises. Una circunstancia que le está impidiendo ser titular de verdad. “Hay que aprovechar las oportunidades que te da el míster e intentar salir a tope para ayudar al equipo”. Admite que le está costando entrar en el once, aunque prefiere mirar el aspecto colectivo. “Hay un gran ambiente en el vestuario y buenos futbolistas que te hacen el trabajo fácil”. Y a la pregunta de si pronto veremos al mejor Cabriti, por ejemplo el del último tramo de la temporada pasada, insiste en que solo hay una receta: “trabajar el doble”. En cuanto al liderato, advierte que solo es circunstancial. “Queda muchísimo y los de detrás vienen fuertes; en la primera vuelta nos alcanzaron y tuvimos que volver a remar, así que hay que jugar todos los partidos a vida o muerte”.